La Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos activó 169 nuevas rutas a lo largo de la costa este con el objetivo de optimizar los recorridos de los vuelos y reducir la congestión aérea. En última instancia, la medida disminuirá la posibilidad de que se produzcan demoras y cancelaciones generalizadas.
El plan se dio a conocer el pasado lunes, semanas antes del inicio del pico de la temporada de verano, tradicionalmente uno de los períodos del año con mayor tránsito de pasajeros.
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Rutas aéreas más directas para los vuelos en el este de los Estados Unidos
Según el organismo gubernamental encargado de regular la aviación civil en el país, la activación de rutas más directas ahorrará tiempo a los usuarios y combustible a las aerolíneas. Además, mejorará la seguridad operacional gracias a la reducción de los puntos de convergencia.
«Estas mejoras significativas en nuestro sistema nacional de espacio aéreo llegan justo a tiempo para el verano y ayudarán a los viajeros a llegar a sus destinos de forma más eficiente», aseguró Tim Arel, director de Operaciones de la Organización de Tráfico Aéreo de la FAA.
Arel también destacó el trabajo conjunto entre la entidad y los actores de la industria que se llevó a cabo durante los últimos siete años para avanzar en el proyecto. «Las nuevas rutas reducirán la complejidad y redistribuirán el volumen en todo el espacio aéreo disponible», remarcó.
Los nuevos recorridos están disponibles principalmente por encima de los 18 mil pies de altitud a lo largo de la costa este, así como sobre el Atlántico y el Golfo de México. Reemplazan a rutas aéreas anteriores, trazadas en una época en la que las aeronaves dependían en mayor medida de radares en tierra, lo que limitaba la posibilidad de trazar rutas más directas.
Permitirán recortarán unas 40 mil millas de viaje y 6 mil minutos de tiempo de vuelo al año. Como consecuencia, aumentará la capacidad para redirigir el tráfico aéreo a rutas específicas en función del plan de vuelo de cada aeronave y crecerán las alternativas de los controladores ante contingencias operativas.
Evitar las interrupciones generalizadas, uno de los principales objetivos
Uno de los principales objetivos de la medida es evitar que se repitan las interrupciones de la temporada estival del año pasado, ocasionadas por la escasez de controladores aéreos y de personal de las compañías aéreas.
Unos 1.7 millones de vuelos operados por aerolíneas estadounidenses sufrieron retrasos en 2022, lo que supone un 20% del total de los servicios. Esto representó un incremento con respecto a los 1.5 millones de vuelos demorados registrados en 2019, antes del comienzo de la pandemia.
