En marzo del año pasado en Tandil festejaron la puesta en marcha de un particular servicio de vuelos comerciales de pasajeros que se llevaba adelante con un Piper PA-31 Chieftain configurado para llevar hasta 8 pasajeros.
El mismo llegó tras un acuerdo de la Municipalidad local con la empresa de taxis aéreos Broker Air (sin que implique subsidios), la cual basó en el aeropuerto «Héroes de Malvinas» a la aeronave (matrícula LV-GOQ), con el objetivo de no sólo cumplir esos vuelos sino también esperando captar el mercado de vuelos privados desde una de las regiones más ricas de Argentina.
En declaraciones realizadas al diario El Eco de Tandil, el Secretario de Desarrollo Económico Local Jaime Feeney, dijo que inicialmente el vuelo tuvo una buena ocupación pero que fue cayendo de manera paulatina hasta que se suspendió, con los pasajeros criticando los horarios, los días y, sobre todo, el precio.
Vieja y repetida historia en ciudades del tamaño de Tandil. La demanda no responde, pero la oferta tampoco hace demasiado para ganarla.
Dos vuelos semanales, aún cuando estén planteados para ir y venir en el día, limitan seriamente la competitividad del avión por sobre medios terrestres.
La compañía cobraba entonces $3.400 por una tarifa ida y vuelta, o bien $2.400 por tramo, cuando el micro salía $600. Una hora de vuelo versus seis horas por tierra, pero con colectivos saliendo todos los días en diferentes horarios. No tenía chances el avión, como tampoco la tuvo en tantas otras oportunidades en ciudades como Tandil.
Pero ahora se habla de la llegada de Avianca Argentina, empresa que en la #AeroAudiencia2017 solicitó volar a Tandil. Muchos podrán pensar, «si no llenaban PA-31 van a llenar un ATR con 70 plazas»….y tal vez no estén equivocados. Pero también es cierto que una compañía como Avianca puede tener la capacidad de ofrecer un servicio más consistente, con mayor frecuencia y saber promocionarlo mejor. Y el último punto es clave cuando se trata de convencer a una comunidad que el transporte aéreo es una opción válida.
Son años de estar habituados a que, cuando tenemos que viajar, primero pensamos en salir con el auto, después en un micro, en tercer lugar, lejos, en un avión.
Ojalá que Avianca Argentina logre desembarcar en Tandil (el funcionario menciona que el vuelo podría triangularse con Olavarría) y esa ciudad logre tener el servicio aéreo que, no se si merece, pero que sí debería tener.
Tandil - tablero
Me acuerdo que durante muchos años y de manera diaria la empresa Lapa unia Buenos Aires con Tandil, haciendo Aeroparque-Tandil-Necochea-Aeroparque (salia a las 9:20) de la mañana. Hablo de mediado de los 80, cuando pro entonces la ruta era operada con los Saab 340. Imagino que la demanda de aquel entonces se tuvo que haber sostenido porque los vuelos a Tandil fueron habituales durante varios años. Incluso tambien volaba desde Aeroparque a Junin, General Villegas y General Pico.
En esos años que menciona Fernando en su comentario, cuando operábamos Tandil con Necochea y Tres Arroyos, muchas veces el vuelo no podía salir a las 9 y 20, ya que en invierno teníamos el aeropuerto cerrado por niebla.
Si no mal recuerdo el número de vuelo era el MJ 120/1. También teníamos otro vuelo a la tarde lo que le permitía a los profesores de la Universidad del Centro, volar ida y vuelta en el día.
Hasta 1987, año en que empezamos a volar con los SF340, habíamos volado con los YS11 y con los Shorts 330.
Saludos
Carlos Beaudean