La Advertising Standards Authority (ASA) del Reino Unido prohibió un anuncio en la red de Google de la aerolínea de bajo costo Wizz Air que promocionaba la compañía como «una de las opciones más verdes en viajes aéreos». La ASA determinó que el anuncio violaba su código al no proporcionar información clara que respaldara la afirmación sobre la huella de carbono de la aerolínea.
En respuesta, una portavoz de Wizz Air dijo que la aerolínea «está comprometida con la transparencia y nunca exagera sus afirmaciones ambientales, asegurando que siempre estén respaldadas por datos sólidos y fácticos».
Así también, en la respuesta oficial dada por la ultra low-cost al organismo, señalaron que operan «la flota más joven y eficiente en carbono de Europa, con una edad promedio de 4.3 años y emisiones de solo 52 gramos de dióxido de carbono por pasajero-kilómetro de ingreso (CO2/RPK)», alegando que ello ha sido verificado de manera independiente, lo que respalda su precisión. Esto, agregaron, se complementa con el plan de modernización de su flota por aviones A321neo que ofrecen una reducción del 10% en el consumo de combustible y una mejora del 20% en eficiencia por asiento, junto con una reducción del 50% en ruido, mientras que avanzan con el uso de combustibles sostenibles de aviación para llegar al piso del 10% para 2030.
Pero a pesar de ello, la ASA manifestó que «si bien reconocimos que Wizz Air había fundamentado su afirmación en el tipo de aeronaves que utilizaban y las emisiones de carbono por pasajero medidas en CO2/RPK, eso no se indicaba en el anuncio. Además, el anuncio no incluía información que permitiera a los consumidores comprender la comparación», por lo que «debido a que el anuncio no aclaraba la base de la afirmación ni proporcionaba información verificable, concluimos que había infringido el Código».
Este incidente se enmarca en un contexto más amplio de escrutinio hacia las aerolíneas y sus prácticas de «greenwashing» en Europa. En abril de 2024, la Comisión Europea y autoridades nacionales de protección al consumidor iniciaron acciones contra 20 aerolíneas por posibles prácticas engañosas relacionadas con afirmaciones ambientales, especialmente aquellas vinculadas a la compensación de emisiones de CO₂ y el uso de combustibles de aviación sostenibles.
Además, en junio de 2023, 23 grupos de consumidores de 19 países presentaron una queja ante la Comisión Europea acusando a 17 aerolíneas de prácticas de «greenwashing», alegando que utilizaban términos como «sostenible» y «responsable» de manera engañosa en su publicidad.
La Unión Europea ha intensificado sus esfuerzos para combatir el «greenwashing» mediante la adopción de la «Directiva para el Empoderamiento de los Consumidores para la Transición Verde» y la propuesta de la «Directiva de Declaraciones Verdes», que buscan establecer requisitos claros para la substanciación de las afirmaciones ambientales y proteger a los consumidores de prácticas comerciales desleales.
Este creciente escrutinio refleja la importancia de que las empresas, especialmente en el sector de la aviación, sean transparentes y precisas en sus comunicaciones sobre sostenibilidad, evitando afirmaciones infundadas que puedan inducir a error a los consumidores. Aunque también falta un reconocimiento justo hacia los esfuerzos que la industria aerocomercial está haciendo para alcanzar objetivos en el uso de combustibles sostenibles de aviación o la neutralidad de carbono para 2050.