El gobierno boliviano autorizó la reactivación de los vuelos de cabotaje desde el pasado miércoles 3 de junio, aunque con ciertas limitaciones que fueron surgiendo sobre la marcha y provocaron caos en algunos aeropuertos.
Originalmente se había comunicado que Boliviana de Aviación (BoA) reiniciaría su operación volando entre La Paz, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra, a las que se sumarían Cobija y Tarija. Pero ese día, y con un avión ya en ruta entre La Paz y Santa Cruz de la Sierra, la gobernación de esta última ciudad informó que no autorizaba su arribo por encontrarse su jurisdicción bajo una «cuarentena rígida».
Otro vuelo que debía partir hacia la misma ciudad desde Cochabamba tuvo que ser suspendido, y recién luego de tramitar ambas operaciones como «vuelos humanitarios», pudieron aterrizar en el aeropuerto Viru Viru.
Ante esta situación, desde la Dirección General de Aeronáutica Civil emitieron un comunicado aclarando que las compañías aéreas deben programar sus vuelos considerando las restricciones de cada jurisdicción local, y que no autorizarán operaciones hacia destinos que tengan suspendido el transporte aéreo regular.
De esta manera, según informaron medios bolivianos, por el momento BoA sólo operará a Cochabamba, La Paz y Pando.
A la compañía estatal se le sumará este lunes 8 Ecojet, compañía que volará desde su hub en Cochabamba hacia Trinidad, Riberalta y Guayaramerín, al norte del país.
Desde Amaszonas informaron que el lunes 8 informarán cuándo retomarán las operaciones regulares y en qué rutas.
Los pasajeros que vuelen en Bolivia serán sometidos a controles de temperatura, deberán utilizar mascarillas en el aeropuerto y durante el vuelo, y además se exigirá un certificado de COVID-19 negativo, o bien la obligación de mantener cuarentena en destino.
Bolivia mantiene por el momento la restricción de vuelos regulares internacionales, sin haberse informado una fecha tentativa para reanudarlos.