Ayer publiqué una nota sobre el plan que Brasil ha lanzado esta semana para subsidiar a la aviación regional. Semejante visión de desarrollo de los aeropuertos regionales puede ser vista con cierta envidia por los países vecinos del gigante sudamericano.
De todas maneras no caben las comparaciones con Brasil para sentirnos mal por todas las obras que están realizando en sus aeropuertos o las medidas que tomen para promover su tráfico. Pongamos las cosas en perspectiva. Tienen un mercado de 200 millones de personas, contra 40 millones de Argentina, un mayor territorio, población y actividades económicas más descentralizadas. En nuestro país sólo cuatro aeropuertos mueven más de un millón de pasajeros al año, por lo que de acuerdo al criterio brasileño, el resto serían aeropuertos regionales, y si vamos al caso sus operaciones aerocomerciales ya cuentan con un gran subsidio federal, como es el mantenimiento de Aerolíneas Argentinas y Austral (es otra discusión totalmente diferente si está bien hacerlo o se debería lograr cierta apertura de los cielos para que se lo distribuyan entre privados).
Sí, es cierto, tenemos una red de aeropuertos en ciudades de entre 50 y 150 mil habitantes que no logran integrarse al sistema aerocomercial desde hace años, algunos forman parte del Sistema Nacional de Aeropuertos bajo la órbita del ORSNA y otros no, algunos están concesionados a Aeropuertos Argentina 2000 y otros no, algunos están en poder de municipios y otros en poder de provincias. Podemos nombrar a Río Cuarto, Tandil, Olavarría, Rafaela, Villa Mercedes, Paso de los Libres, Concordia, Roque Sáenz Peña, Goya, Reconquista y Merlo (aunque hay más) entre aquellas que cuentan con infraestructuras aeroportuarias que podrían manejar cierto tráfico regional y están muertas en ese aspecto (en algunos casos han tenido entre dos o tres vuelos semanales con operadores charter, pero seamos honestos, esos servicios no son competitivos y no duran mucho).
Como mencioné anteriormente, el estado federal argentino ya subsidia gran parte de las operaciones troncales en nuestro país a través de Aerolíneas Argentinas, por lo que cabría preguntarse si entonces no sería responsabilidad de los gobiernos provinciales o municipales apuntalar a la aviación regional, no sólo mediante subsidios, sino a través de un fuerte lobby en Buenos Aires para lograr la obtención de rutas por parte de las compañías que estén interesadas en operarlas. Cuando hay decisión política todo es posible.
Otro planteo que le queda a las fuerzas políticas del interior es, si se subsidian las rutas troncales de Aerolíneas Argentinas, ¿por qué no subsidiar una operación regional por parte de la misma compañía? Soy consciente de que esto puede parecer faraónico, ya que, para poder considerarlo medianamente serio y eficiente se debería pensar en incorporar una nueva flota regional con aeronaves de entre 19 y 60 plazas, nuevas tripulaciones, nuevos técnicos, nuevas bases y un largo etcétera. Los actuales Embraer E190 quedarían grandes en muchas rutas.
El corredor federal y el corredor petrolero han sido pasos mayúsculos. Pero, al menos en el caso del primero, parece servir más a las necesidades de conectividad de turistas que a las de los residentes comunes y corrientes. Por ejemplo, este domingo se inauguran los vuelos de Austral entre Iguazú, Rosario y Córdoba, los cuales operarán dos veces por semana en aeronaves Embraer E190 de 96 plazas. El tramo Iguazú-Rosario es turístico, por lo que no hay mucho que discutir, pero en el caso del tramo Rosario-Córdoba ¿cuánto puede servir a quienes necesitan volar entre las dos ciudades más importantes del interior que haya sólo dos vuelos semanales entre ellas? ¿No sería mejor subsidiar la operación de uno o dos vuelos diarios en aeronaves de entre 19 y 40 plazas?
¿Qué servicios «regionales» tenemos actualmente en Argentina?
Sólo son cuatro las aerolíneas que prestan servicios de transporte regular de pasajeros que interconectan ciudades del interior en nuestro país al mes de agosto de 2014: Macair Jet, Sol Líneas Aéreas y LADE y Aerolíneas Argentinas. Aunque hay una realidad: la mayoría de estas rutas empiezan o terminan en Buenos Aires, por lo que no son del todo servicios regionales ni transversales, pero bueno, es con lo que podemos trabajar.
– Macair Jet: la aerolínea conecta con sus Jetstream 32 a Villa María, Sunchales y Reconquista con Buenos Aires. De nuevo, las conexiones entre esas ciudades son meramente para «juntar» gente que vaya a Buenos Aires. Hasta julio también volaban a Goya, pero desde este mes el servicio se levantó.
– Sol Líneas Aéreas: hasta junio operaba la mayor red regional en cobertura geográfica con sus SAAB 340, pero actualmente la misma ha quedado reducida a vuelos desde Rosario y via Buenos Aires hacia Mar del Plata, Bahía Blanca, Trelew, Comodoro Rivadavia, Río Gallegos y Río Grande.
– Aerolíneas Argentinas: el corredor federal conecta a Córdoba con Puerto Iguazú, Salta, Mendoza, Bariloche y Rosario, el corredor petrolero la conecta con Neuquén y Comodoro Rivadavia y además posee vuelos a Jujuy. Algunos vuelos son operados por Aerolíneas Argentinas y otros por Austral. También podrían incluirse tramos que la empresa comercializa como parte de un vuelo triangular, como los de Aeroparque > Santa Rosa > San Rafael > Aeroparque, o Aeroparque > Viedma > Trelew > Aeroparque.
– LADE: sinónimo de la Patagonia, si bien su red es mucho más chica que hace unas décadas atrás, vuela con sus Saab 340, DHC-6 y F-28 entre Neuquén, Mar del Plata, Bariloche, San Martín de los Andes, Puerto Madryn, Esquel, Comodoro Rivadavia, Río Turbio, El Calafate, Río Gallegos, Río Grande y Ushuaia.
En mi opinión, ¿qué servicios regionales o transversales podrían desarrollarse con impulso del estado? El Noreste necesita contar nuevamente con una conexión hacia el centro del país via Córdoba. Por años fue operada por ALTA, Southern Winds y finalmente Macair hasta mayo de 2013 (en la ruta Resistencia-Córdoba). Una conexión NEA-NOA, al margen de la existente entre Iguazú y Salta también podría ser sostenida. Ciudades del centro-sur de la provincia de Buenos Aires podrían contar con servicios hacia Capital Federal y hacia ciudades como Bahía Blanca o Mar del Plata, desde las cuales podrían llegar a la Patagonia. San Juan, La Rioja y Catamarca también podrían integrarse a Córdoba o Mendoza. En fin, este es un ejercicio que podría extenderse por decenas de párrafos, y siempre podrán aparecer opiniones a favor y en contra.
Tampoco se puede pretender tener una red como la de los años 50 o 60. En muchos casos el transporte aéreo, planteado como en aquella época, con vuelos lecheros tres o cuatro veces por semana uniendo muchas ciudades intermedias ya no es factible. El transporte terrestre ya no es el mismo de hace 50 años, las rutas han mejorado, se han construido autopistas y las empresas de colectivos han mejorado sus servicios (ver esta nota en el apartado «Vuelos a Concordia, ¿son realmente necesarios?«).
De todas maneras, esta publicación va a ser disparadora de una serie de entrevistas que planeo hacer, si ellos aceptan desde ya, a representantes de organismos oficiales en Argentina para que den su opinión sobre el estado de la aviación regional en Argentina, los aeropuertos de ciudades intermedias y cuáles son sus perspectivas. De nuevo, sin ánimos de hacer una comparación con un país como Brasil, que sólo podría resultar maliciosa.
Desde ya, aprovechando la flexibilidad que permite internet, si llegan a encontrar algún error ya sea en el mapa o bien en otro dato emitido aquí, no dejen de usar los comentarios para corregirme.
A mi parecer, el mercado con el que nos podemos comparar es el de Colombia, país que tiene una cantidad similar de habitantes al nuestro, aunque en superficie es más pequeño, y que a la vez cuenta con un mercadeo regional mucho más desarrollado y con muchas más empresas aéreas que conectan muy bien las grandes y medianas ciudades del país cafetero.
excelente nota
Buena nota con muy buenas observaciones. Me gusta tu punto de vista muy racional y el límite realista que le ponés a la pasión por la aviación cuando analizás estos temas.
Opino que podrías profundizar un poco más en los beneficios económicos del transporte aéreo en tu análisis. El transporte aéreo es capital-intensivo y quien sea que pone plata (privado o estatal) necesita tener algún tipo de retorno: la empresa privada busca rentabilidad para sus accionistas, y un organismo público busca beneficios que van más allá de la operación en sí, generalmente son objetivos de desarrollo económico (turismo, industria, comercio, etc). Entonces cuando se dice que la aviación regional está poco desarrollada, qué se intenta decir? Realmente, *qué* beneficio económico le trae a *quién* que haya por ej. un vuelo de Olavarría a Buenos Aires? Yo no lo veo tan claro…
A propósito, Colombia es un país al que no se puede comparar con Argentina. Su geografía e infraestructura son extremadamente diferentes, con condiciones completamente distintas para el desarrollo del transporte aéreo, muy especialmente el regional.