Tras siete horas de debate, y en oposición al Ministerio de Finanzas, el Gabinete autorizó un acuerdo valuado en 9.000 millones de dólares para la adquisición de cazas F-35, aviones cisterna KC-46 y helicópteros pesados para la Fuerza Aérea de Israel (IAF).
Según la cadena de noticias N12, el presupuesto surge de las partidas de ayuda militar estadounidense, pero como ese dinero ya se utilizó para otras compras, esta adquisición implicará deuda a futuro. El acuerdo utilizará varios años del acuerdo de ayuda militar de 10 años suscripto entre Israel y Estados Unidos.
La oposición de Ministerio de Hacienda viene del hecho de que esta deuda futura obligará al pago de intereses, para lo cual Israel deberá tomar 220 millones de dólares de préstamos de la banca norteamericana.
Washington, por otro lado, estableció condiciones para el sistema de defensa israelí: de no tomarse una decisión dentro de dos semanas, Israel perdería su lugar en las líneas de producción de Estados Unidos, lo que podría llevar a una demora de dos años en el acuerdo. Razón por la cual se apresuraron a aprobarlo, ya que las necesidades de la Defensa pesaron más que la oposición de Hacienda.
Aun no hay detalles precisos, pero se sabe que la IAF recibirá, entre otras cosas: un helicóptero pesado de reemplazo para el CH-53 “Yasur”, del tipo Chinook o SH53K (Alemania también está en un proceso de selección similar), aviones de combate Lockheed Martin F-35 y F-16, que se irán recibiendo durante los próximos 15 años, aeronaves de reabastecimiento de combustible en vuelo Boeing KC-46, así como miles de bombas y misiles avanzados.
No puede haber mucha duda de que la zona se está calentando, y que esto puede estar ligado a la necesidad de la IAF de mantenerse por arriba de sus vecinos. En particular ante la probable (congelada por ahora por la administración de Biden) venta de material aéreo de última tecnología como el F-35, a Emiratos Árabes Unidos (y la intención de compra de Qatar) o los últimos modelos de 4ta generación plus como el Rafale, Su-35 y Thyphoon, adquiridos por los países vecino de Israel.
Y eso sin contar con el conflicto no declarado entre Israel e Irán, luchado indirectamente, pero que amenaza con escalar a algo mucho más grave de un momento a otro.