En una inspección rutinaria por parte del personal del Aeropuerto de Baltra y del Parque Nacional de Galápagos (PNG), Ecuador, se descubrió un cargamento de 185 tortugas gigantes bebés que iban a ser trasladadas ilegalmente en un vuelo a Guayaquil.
Según un comunicado emitido por el Aeropuerto, el cargamento fue detectado a través de las máquinas de Rayos X en la terminal de carga. El personal detectó varias irregularidades en la maleta roja, que fueron declaradas como «souvenirs» por el pasajero.
Las tortugas no superaban los tres meses de vida y por el momento no se pudo determinar de qué isla son originarias. Lamentablemente diez tortugas no lograron sobrevivir porque estaban envueltas en plástico.
Al momento de la emisión del comunicado, no se había logrado detener a ningún individuo por estos hechos. Aunque detuvieron a los transportistas que entregaron el cargamento en Puerto Ayora con dirección al Aeropuerto.
Las tortugas restantes ahora están bajo el cuidado de personal especializado, que reacondicionó parte de las instalaciones aeroportuarias para poder movilizar a las tortugas de manera segura. Luego serán revisadas por los veterinarios y ecologistas para su pronta reubicación.
Las autoridades ecuatorianas establecen penas de entre uno a tres años a quienes incurran en el delito de tráfico ilegal de fauna silvestre. El gobierno ecuatoriano y de Galápagos protegen fervientemente la fauna y flora silvestre del lugar, ya que las especies encontradas son únicas en el mundo.
El personal aeroportuario está preparado para detectar cualquier tráfico ilegal de productos y vida silvestre originarios de las islas y evitar cualquier desequilibrio en la biodiversidad de Galápagos y del mundo.