Durante la pandemia, Boeing experimentó una gran ola de cancelaciones de pedidos de aviones como resultado de malas perspectivas de futuro y quiebras de operadores. Producto de ello, varios aviones ya fabricados terminaron sin destino y fueron estacionados en la sede del fabricante.
El panorama hoy es totalmente distinto, de acuerdo a lo reportado por nuestro sitio asociado Aeroin. La recuperación de la demanda ha sido más rápida de lo esperado en mercados como Estados Unidos, Reino Unido y partes de Europa y Asia. Por ello fabricante de aviones con sede en Chicago tiene actualmente cerca de 10 aviones MAX almacenados, en busca de compradores. En julio pasado eran casi 100.
Varias aerolíneas de Estados Unidos, como United Airlines y Alaska Airlines, se encuentran entre los compradores de estos aviones, que, en la jerga de la industria se denominan «white tail» o «cola blanca».
Algunos pedidos de aviones de cola blanca no se declaran públicamente, pero cae de maduro que sus compradores ciertamente se beneficiaron de los generosos descuentos que Boeing estaba ofreciendo. Estos se ofrecen con el objetivo de entregarlos de manera rápida para asegurar así disponibilidad de espacio para la producción de nuevas aeronaves.
En general, la mayor parte del precio de compra de una aeronave se paga al momento de la entrega de la aeronave. También, la práctica contable dicta que el fabricante solo puede computar los ingresos en el balance después de el avión se entrega a su nuevo propietario. Estas son, entre otras, las razones por las que Boeing está interesado en venderlos lo más pronto posible.