La presión que continúa ejerciendo la pandemia sobre los viajes internacionales como consecuencia de las cambiantes restricciones al movimiento de personas establecidas por los gobiernos obliga a muchas compañías aéreas de la región a ajustar aún más sus operaciones para sobrevivir, al no contar en la mayoría de los casos con algún tipo de auxilio financiero.
Es en este contexto que Caribbean Airlines, la compañía estatal de Trinidad y Tobago (con una participación minoritaria del 16% por parte de Jamaica), anunció hoy que durante el primer trimestre de 2021 registró pérdidas por 172,7 millones de dólares trinitenses (USD 25,7 millones), aún luego de haber avanzado durante el último año en cambios estructurales para reducir sus costos en un 52%, entre los que se encontraron la reducción salarial por ocho meses para el personal con sueldos superiores a TTD 7.500 por mes, con porcentajes proporcionalmente mayores en quienes tienen salarios más altos; la suspensión temporal de alrededor de un tercio de sus 1.700 empleados por tres meses (luego extendida hasta abril de 2021); y la eliminación de proveedores y trabajadores temporales, así como otros gastos no relevantes.
Así también, como otras aerolíneas, recurrieron a la carga y operaciones chárter como fuente de fondos frescos que se sumaron, en el caso de Caribbean Airlines, a un préstamo garantizado por el gobierno de Trinidad y Tobago y aportes de efectivo que totalizaron USD 100 millones.
Es por eso que, a través de un comunicado, el CEO de Caribbean Airlines, Garvin Medera, dijo que «la situación requiere avanzar aún más en medidas que hagan que Caribbean Airlines tenga un modelo sostenible para 2021 y más allá», anunciando una «reestructuración estratégica que se enfocará en una reducción significativa de costos en todas las áreas de nuestra operación, específicamente en nuestra gente, nuestra flota y otros activos, y nuestra red».
Sobre las medidas, solo se informó que alrededor del 25% de la fuerza laboral de la compañía, unos 450 empleados, «exceden sus necesidades actuales», por lo que se «embarcará en la consulta con los empleados y otras partes interesadas, con respecto a tratar esta situación laboral excedente». Los detalles restantes se conocerán en las próximas semanas.
«Caribbean Airlines se mantiene comprometida a conectar la gente de la región y, a pesar de los desafíos que encaramos, nuestros equipos están dedicados a nuestra visión de ser la aerolínea elegida para servir el Caribe», concluyó Medera.
La pandemia encontró a Caribbean Airlines justo cuando venía de una racha de dos años consecutivos de ganancias (por USD 4 millones y USD 11 millones en 2018 y 2019 respectivamente), los primeros desde su lanzamiento en 2006. En 2020 las pérdidas operativas treparon a 738 millones de dólares trinitenses (USD 190 millones) luego de haber transportado apenas 741.676 pasajeros, de los cuales 371 mil lo hicieron en el puente aéreo doméstico entre Trinidad y Tobago, el segmento menos rentable para la compañía. El año anterior habían transportado 2.595.526 pasajeros.
La flota de Caribbean Airlines está compuesta por 6 ATR 72-600 y 10 Boeing 737-800, y su red llega a 18 destinos en Sudamérica, el Caribe, Estados Unidos y Canadá.