La fusión entre JetBlue (B6) y Spirit Airlines (NK) sigue siendo el centro de críticas en los medios de comunicación estadounidense. Un juez dictó un freno a la unión entre ambas compañías, pero los medios hacen responsable al Departamento de Justicia (DoJ).
Según un artículo publicado por Aviation Week Network, el DoJ presentó una demanda contra el acuerdo entre JetBlue y Spirit, en consonancia con la idea del Departamento de Transporte (DOT) y de la administración Biden de que las aerolíneas son, en esencia, gigantes que despluman a los pasajeros y que la consolidación ha empeorado aún más.
El DoT, bajo la dirección de Pete Buttigieg, quiere retroceder décadas en materia de aviación comercial, buscando volver a la era anterior a la desregulación donde el estado imponía las reglas del juego a las aerolíneas. En esos tiempos, el gobierno indicaba a las compañías aéreas donde volar, qué cantidad de asientos a ofrecer, qué comida dar en vuelo y qué se puede vender y qué no a bordo.
Si observamos el tamaño de flotas de JetBlue (288 aviones) y Spirit (202), ambas aerolíneas están muy lejos de alcanzar las colosales flotas de Delta Air Lines (980), American Airlines (964), United Airlines (944) y Southwest Airlines (817).
Comparando el tamaño de las cuatro compañías más grandes de EE.UU. y las low cost, que buscan fusionarse para sobrevivir, es irrisorio pensar que la unión entre B6 y NK podría afectar la competencia. Aun así, el DoJ sostiene que, de concretarse la fusión, el mercado se vería afectado en competitividad tarifaria.
Las compañías low cost en EE.UU. han contenido las tarifas de las aerolíneas tradicionales, generando la oportunidad de que más estadounidenses puedan acceder a un boleto de avión. Las cuatro grandes aerolíneas de EE.UU. han sabido acomodarse ante la competencia tarifaria que proponen las low cost.
Reacción de Spirit y JetBlue
La reacción de JetBlue y Spirit fue inmediata, ambas compañías publicaron en sus sitios web un comunicado de presa que dice: «JetBlue Airways y Spirit Airlines han informado hoy de que han presentado conjuntamente una notificación de apelación ante el Tribunal de Apelaciones de EE.UU. para el Primer Circuito, de conformidad con los requisitos del acuerdo de fusión.»
Spirit Airlines atraviesa una grave crisis financiera, de la cual intenta reponerse inmediatamente. Una de las alternativas para sobrevivir es unirse con JetBlue. Esta fusión podría hacer que, como único operador, dejaran de competir con los cuatro grandes en precio e innovación. Pero, al convertirse en la quinta aerolínea de EE.UU., tendrían una nueva oportunidad de sobrevivir.
Competencia entre aerolíneas
El DoJ tiene un concepto completamente errado sobre la competencia entre aerolíneas. Al fusionarse, podrían adquirir fuerza para continuar operando en el mercado estadounidense.
Otro punto que se hace completamente controversial, es la reciente adquisición de Hawaiian Airlines por parte de Alaska Airlines. Esta fusión no ha recibido el freno de ningún organismo del estado o juzgado, dando a entender que la unión entre aerolíneas tradicionales está bien vista la fusión, pero entre compañías low cost afecta la competencia.
Además, si Spirit no puede fusionarse con JetBlue, seguramente recurrirá al Capítulo 11, pudiendo ser adquirida por cualquiera de las cuatro aerolíneas grandes. ¿Qué diferencia habría si se fusiona con B6 sin entrar al Capítulo 11 o la compra otra aerolínea dentro de dicho capítulo?