El aeropuerto «Tte. Benjamín Matienzo» de San Miguel de Tucumán se encuentra cerrado desde el 1 de junio para ser sometido a una serie de importantes obras en el lado aire, entre las cuales se destaca la ampliación de su pista en 600 metros para llegar así a 3500 metros de longitud.
A pocos días de su reapertura, prevista para el 1 de septiembre, se están ultimando detalles para devolverle la operatividad de manera segura a uno de los aeropuertos más importantes del interior (movió 670 mil pasajeros en 2016, ubicándose en el puesto 11).
En ese contexto, el viernes pasado, el presidente del ORSNA (Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos), Patricio Di Stefano, publicó en su cuenta de Twitter que ya se encuentran probando el nuevo balizamiento, el cual es de tecnología LED, como los instalados en la pista del aeropuerto de Mendoza y en la pista 17/35 del aeropuerto de Ezeiza.
Además de la ampliación de la pista, las principales obras que se han llevado a cabo son:
- Reconstrucción de la franja central de la pista (13,6 metros de ancho por todo el largo).
- En la nueva cabecera 20 se construirá una plataforma de viraje de 93 x 110 metros.
- Ensanchamiento de los márgenes de las calles de rodaje y pista. Los de las calles pasarán de 3,5 metros a 10,5 metros, mientras que los de la pista pasará de 3,5 metros a 7,5 metros.
- Reconstrucción de la plataforma y de calles de rodaje sur y norte.
- Instalación de un nuevo sistema de iluminación LED y de nueva cartelería.
- Desviación de un canal de riego que actualmente atraviesa el aeropuerto.
Para las mismas se invirtieron 600 millones de pesos, quedando para el próximo año la construcción de la nueva terminal de pasajeros, que requerirá otros 700 millones.
Los vuelos comerciales que normalmente operan en Tucumán han sido trasladados durante este tiempo al aeropuerto de Termas de Río Hondo, situado a 92 kilómetros al sudeste.