Iberia incrementó el número de frecuencias entre Madrid y Barcelona, pasando a 43 vuelos semanales. Estas cifras todavía se mantienen muy lejanas de las más de 400 operaciones por semana que se registraban entre ambas ciudades previo a la pandemia (y que la convertían en la ruta doméstica más transitada de Europa), pero representa una apuesta a la recuperación del tráfico, especialmente el corporativo.
En colaboración con AENA, la aerolínea habilitó espacios exclusivos destinados al Puente Aéreo, para que los pasajeros puedan transitar con mayor rapidez, comodidad y flexibilidad. En Madrid de reabrió el espacio habitual en el lado Norte de la terminal, mientras que en el aeropuerto de Barcelona se habilitaron mostradores exclusivos dentro de la terminal principal. La proximidad de las puertas de embarque al control de seguridad permiten la realización del check-in hasta 20 minutos antes del vuelo.
“Para que las empresas de nuestro país puedan reactivar sus negocios, la conectividad es fundamental. Por eso, estamos poco a poco reconstruyendo nuestra red y poniendo el acento en el Puente Aéreo, para entre todos hacer que la economía se revitalice garantizando siempre todas las medidas de seguridad”, señaló María Jesús López Solás, directora Comercial y de Red de Iberia.