En lo que pretendía ser la etapa de recuperación de la aerolínea de bajo costo más famosa de Europa, al avanzar en cuestiones como llegada de los nuevos Boeing 737 MAX y el lanzamiento masivo de ofertas, cayó como un baldazo de agua fría que la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido (CAA) le haya impuesto una serie de trabas burocráticas para realizar vuelos dentro de Gran Bretaña y hacia el exterior a su filial Ryanair UK, la cual fue creada en 2018 para tener presencia legal en caso de un hard-Brexit.
Recordemos que el 1° de enero rige una política distinta a la de la Unión Europea, lo que complica mucho a la línea aérea, dado que Ryanair pertenece a Irlanda (miembro de la Unión) y tiene la mayoría de sus aeronaves registradas en ese país y no en el Reino Unido. Los lineamientos de la CAA son contrarios a que empresas locales (Ryanair UK) operen bajo un formato de wet-lease con aeronaves matriculadas en el exterior.
Desde la empresa se manifestaron sobre el hecho del cierre: «Estamos decepcionados de tener que cancelar 12 rutas domésticas e internacionales del Reino Unido (Marruecos y Ucrania) desde Londres, Manchester, Liverpool, Edimburgo, Belfast y Derry, debido al inesperado cambio de política de la Autoridad de Aviación Civil (AAC) anoche».
El poco tiempo de anticipación hizo enojar a la compañía: «Ryanair UK había acordado acuerdos de contingencia del Brexit con la AAC hace 2 años y no puede cumplir con sus nuevos y poco prácticos requisitos con un aviso de 10 días. Hacemos un llamado a David Kendrick y a sus colegas gerenciales para que respeten este acuerdo de larga data y la política establecida por la AAC para facilitar el regreso de estas rutas lo antes posible».
Finalmente se habló de las posibles consecuencias de estas duras medidas: «Deseamos asegurarnos de que los consumidores del Reino Unido puedan seguir disfrutando de la amplia variedad de destinos de Ryanair y de las tarifas más bajas de Europa después del Brexit. Lamentablemente, la AAC no comparte nuestra visión de la conectividad del Reino Unido y preferiría que las aerolíneas pasen por nuevos obstáculos innecesarios mientras los consumidores enfrentan menos opciones, menos competencia y tarifas más altas».
Pero desde la CAA también salieron a responder a Ryanair diciendo que es «incorrecto que la aerolínea manifieste que ha cambiado su política de wet-leasing sin previo aviso».
«Nuestra posición histórica ha sido que las aerolíneas británicas con una presencia significativa en el Reino Unido, como Ryanair UK, no deben depender mayormente de operar aeronaves registradas en el extranjero mediante el formato de wet-lease», prosiguieron desde el organismo.
«Realizar eso afecta la competitividad de la industria aeronáutica del Reino Unido y la efectividad del regimen regulatorio. Esta es una visión compartida por reguladores de todo el mundo y no tiene relación con nuestros preparativos para el fin de la transición», concluyeron desde la CAA.