Lufthansa confirmó el lunes que inició conversaciones con los fabricantes para cambiar algunos pedidos de aviones más grandes por modelos de larga distancia más pequeños, ayudando a adaptar su flota a una caída duradera en los viajes de negocios intercontinentales a medida que la crisis del coronavirus cambia la demanda.
El grupo de aerolíneas más grande de Europa está en negociaciones con Airbus y Boeing sobre pedidos existentes, y los fabricantes han mostrado flexibilidad, de acuerdo a lo expresado por Carsten Spohr, CEO del grupo, en un seminario web de la London School of Economics.
Aunque Spohr no dio más detalles sobre las modificaciones que haría a sus pedidos, afirmó que dudaba que la demanda de viajes de negocios en Europa y EE.UU. volviera alguna vez a los niveles anteriores a la pandemia.
Los fabricantes recortaron el ritmo de producción y empezaron a promover negociaciones sobre las entregas de aeronaves pedidas, como maniobra para reducir las cancelaciones. Airbus dijo el mes pasado que no iba a aumentar el production rate del A350 este año, mientras que Boeing corre el riesgo de perder más de un tercio de los pedidos del próximo 777X, ya que las demoras dan a los clientes el derecho de cancelar sin penalidades los contratos. Sin duda, una cancelación del pedido de Lufthansa, cliente de lanzamiento del 777X, sería casi mortal para el proyecto
La empresa alemana tiene pedidos 20 777X y 41 Airbus A350-900. No sería descabellado pensar que decida cambiar esas órdenes por 787, y complementar los 20 que ya tiene pedidos. Airbus vio que el mercado busca aviones más chicos y le dio una nueva chance al A330neo como un avión más adaptado a la demanda actual, e inclusive podría ofrecer el A321LR/XLR.
El CEO también dijo que la aerolínea está en conversaciones de flota con Embraer, cuyos aviones regionales operan en Lufthansa, Austrian y Air Dolomiti, y compiten con el Airbus A220 utilizado por Swiss. No le vendría mal al constructor brasileño cerrar una cantidad considerable de E2.