El 1 de marzo tuvo lugar un momento histórico, se llevó a cabo el primer vuelo del Loyal Wingman, el dron de combate desarrollado conjuntamente por la Real Fuerza Aérea de Australia y Boeing, que acompañará y protegerá a los pilotos australianos en un futuro cada vez más cercano.
Loyal Wingman es más que un programa australiano para desarrollar otro dron común y corriente, se convirtió en un concepto en sí mismo. Desde hace años hay desarrollos para vehículos aéreos no tripulados (UAV/VANT) que tengan capacidad de atacar blancos en tierra bien protegidos, de forma análoga a como lo haría un caza moderno, pero en solitario. La mayoría de ellos son diseños de vehículos stealth, casi todos del tipo ala volante.
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Sin embargo, la novedad que aporta el Loyal Wingman reside en que es un avión de combate ligero y no tripulado, que debe poseer las características de vuelo necesarias para operar como compañero de los aviones de combate pilotados, trabajando en equipo con éstos, protegiéndolos si hace falta.
A partir del proyecto australiano, cuya «presentación en sociedad» se produjo a mediados del año pasado, muchas otras naciones modificaron sus desarrollos de aeronaves de combate no tripuladas (o iniciaron nuevos programas) para adherir al concepto de Loyal Wingman.
Con este primer vuelo exitoso, el programa Loyal Wingman continúa situándose a la delantera de todos los demás programas similares, marcándoles el rumbo a seguir.