Desvío de un Boeing 737-800 de Ryanair en Bielorrusia: Esto sabemos

Pablo Díaz (diazpez)

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El presidente de Bielorrusia envió el domingo un avión de combate a interceptar un avión de Ryanair que atravesaba el espacio aéreo del país y ordenó que el avión aterrizara en su capital, Minsk, donde un periodista y activista opositor fue obligado a descender del avión y detenido.

El vuelo FR4978 de Ryanair de Atenas a Vilnius (Lituania) transportaba a unos 170 pasajeros, entre ellos el periodista Roman Protasevich, de 26 años, cofundador y ex editor del canal NEXTA Telegram, uno de los medios de oposición más populares en Bielorrusia. Cuando el avión sobrevolaba Bielorrusia los controladores de tráfico aéreo de ese país notificaron a sus pilotos de «una posible amenaza a la seguridad a bordo» (se habló inicialmente de la presencia de un artefacto explosivo) y le ordenaron desviarse a Minsk, dijo la aerolínea en un tibio comunicado.

 

El cumplimiento de la orden de desvío fue realizado por un MiG-29 de la Fuerza Aérea Bielorrusa, que escoltó al avión hasta el aterrizaje en Minsk. La distancia recorrida entre el punto en el que el avión es interceptado y el aeropuerto de Minsk es bastante mayor que la existente hasta Vilnius, destino final del vuelo. Esto contradice la declaración de Ryanair sobre el aeropuerto «más cercano».

Después de aproximadamente siete horas en tierra, el Ryanair Boeing 737-800 despegó hacia Vilnius desde Minsk con sus pasajeros (excepto Protasevich) y tripulación, y aterrizó a salvo en su destino final 35 minutos después.

Durante la parada del avión en Minsk, Protasevich fue arrestado, dijo el Ministerio del Interior del país en un comunicado que luego fue eliminado de su canal oficial de Telegram.

No se encontró ninguna bomba a bordo, dijeron las autoridades policiales del país. El Comité de Investigación, la principal agencia de investigación de Bielorrusia, dijo que había abierto un caso penal por una falsa amenaza de bomba.

La Organización de Aviación Civil Internacional, una agencia de las Naciones Unidas, dijo que estaba «muy preocupada» por el incidente. La agencia dijo que el «aparente aterrizaje forzoso» del vuelo pudo haber violado el Convenio de Chicago, el acuerdo de 1944 que estableció los principios básicos de la aviación internacional.

El gobierno de Lituania emitió su propia declaración, diciendo: «Es un ataque sin precedentes contra la comunidad internacional: un avión civil y sus pasajeros han sido secuestrados por la fuerza militar».

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE, calificó la situación de «absolutamente inadmisible».

El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, dijo en Twitter: «El aterrizaje forzoso de un avión comercial para detener a un periodista es un acto impactante sin precedentes». Pidiendo una mayor presión sobre Bielorrusia, dijo: «Ya es suficiente».

La acción también provocó feroces críticas del presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, quien la calificó de «aborrecible» en su cuenta de Twitter y exigió que las autoridades bielorrusas liberaran a Protasevich. También pidió que el espacio aéreo de Bielorrusia se declare inseguro y que los aviones bielorrusos no sean aceptados en los aeropuertos de la Unión Europea.

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