Volotea, la ultra low-cost con sede en Barcelona, ha finalizado su temporada de verano en Italia manteniendo el agresivo crecimiento que viene registrando desde 2019.
La compañía, de junio a agosto, ha registrado un crecimiento del 63% en el número de pasajeros en Italia frente a los números de 2020, transportando 1,46 millones de clientes, mientras que el número de vuelos creció un 39%, hasta los 9,8 mil, frente al mismo periodo. El factor de ocupación registrado fue del 88%.
En Italia, la aerolínea puso en marcha nueve nuevas rutas, un número pequeño en comparación con las 85 nuevas conexiones de Volotea; sin embargo, el país sigue siendo un mercado de importancia crucial para la aerolínea: 1,7 millones de los 3,6 millones de asientos ofrecidos por Volotea durante el verano pasaron por Italia.
De sus 17 bases durante la temporada, siete eran italianas: Cagliari, Génova, Nápoles, Olbia, Palermo, Venecia y Verona.
Esta discrepancia entre el crecimiento de los vuelos y de los pasajeros viene dada por la estrategia de flota muy agresiva de Volotea: beneficiándose de los precios más bajos del mercado, la compañía retiró en enero el último de sus catorce Boeing 717, de 125 plazas, antes de lo previsto; todos fueron sustituidos por Airbus A319, de 156 pasajeros, y A320, de 180.
Además de este crecimiento en número de plazas, la flota también creció; Volotea alcanzó los 40 aviones en verano, frente a los 36 de 2019.
En todo el sistema, la aerolínea ha ofrecido un 111% más de asientos frente a 2019.
Carlos Muñoz, presidente y fundador de Volotea, ha señalado que «en este contexto de pandemia, estamos muy satisfechos con nuestra actuación en verano en Italia, un país que siempre juega un papel fundamental y estratégico en nuestro plan de desarrollo. Estamos agradecidos a nuestros clientes y a nuestros trabajadores por los comentarios positivos y contentos de haber ayudado a nuestros clientes a volar a los destinos de sus vacaciones, a pesar de las difíciles circunstancias que caracterizan a todo el sector turístico».
A pesar de lo dicho por el ejecutivo, operativamente ese fue un verano muy complicado para Volotea en Italia. Junto con Wizz Air, que también tuvo un fuerte crecimiento en el país, la aerolínea recibió una llamada del ENAC, el regulador nacional de aviación, debido a «frecuentes episodios de cancelaciones de vuelos, overbooking y retrasos prolongados […] que causaron considerables molestias a los usuarios, creando en algunos casos también problemas de orden público».
La estrategia de Volotea consiste en conectar las grandes ciudades europeas con las medianas. Esto permite a la compañía, en el caso de Italia, operar rutas como Nantes-Pisa y Venecia-Lyon.
