Según reporta Business Insider, el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DoT) ha suspendido 44 vuelos operados por aerolíneas chinas, en represalia hacia la Administración de Aviación Civil de China (CAAC) por suspender temporalmente una cantidad de rutas a China operadas por compañías aéreas estadounidenses.
Los vuelos afectados estaban programados para Los Ángeles (LAX) y Nueva York (JFK) a cinco destinos en China Continental.
Las cancelaciones impuestas por el DoT coinciden con los 44 vuelos cancelados para American Airlines, Delta Airlines y United Airlines por parte de la CAAC. La mayoría de estas aerolíneas estadounidenses han reprogramado gran parte de sus operaciones a China hasta la temporada de invierno boreal.
La suspensión del DOT afecta los siguientes vuelos operados por aerolíneas:
Desde Los Ángeles (LAX)
- Shenzhen (SZX) por Air China.
- Tianjin (TSN) por Air China.
- Guangzhou por China Southern Airlines.
- Xiamen (XMN) por Xiamen Airlines.
Desde Nueva York (JFK)
- Shanghái Pudong (PVG) por China Eastern Airlines.
La regulaciones del gobierno chino estipulan que si entre cinco y nuevo pasajeros dan positivo por COVID-19 después de llegar a China, los operadores aéreos tienen la opción de suspender vuelos o reducir la capacidad un 40%, pero el DoT denuncia que en algunos casos a las aerolíneas estadounidenses no se les dio la opción de restringir capacidad y se vieron obligadas a cancelar sus operaciones al gigante asiático.
En una orden realizada por el gobierno de Estados Unidos comentan: “Los transportistas estadounidenses, que siguen todas las regulaciones chinas pertinentes con respecto a los protocolos de previos a la salida y durante el vuelo, no deben ser penalizados si los pasajeros, después de la llegada, dan positivo por COVID-19”.
Desde inicio de la pandemia los vuelos entre Estados Unidos y China han enfrentado diversas suspensiones como consecuencia de la tensa política sanitaria. Durante junio de 2020, en plena crisis inicial del COVID-19, el DoT suspendió los vuelos a China debido a que a las aerolíneas estadounidenses no les permitieron ejercer sus derechos bilaterales para realizar vuelos de pasajeros regulares.
También las fuertes políticas de cuarentena han obligado a las aerolíneas a usar escalas a través de otros destinos asiáticos para realizar cambios en la tripulación.