En una decisión que representa un golpe a Boeing, la Allied Pilots Association (APA), sindicato que representa a los alrededor de quince mil pilotos de American Airlines, expresó su oposición a cualquier extensión del plazo que permitiría a los modelos MAX 7 y MAX 10 entrar en servicio comercial sin un rediseño del sistema de alerta en cabina.
El próximo 1 de enero entrará en vigor la Aircraft Certification, Safety and Accountability Act (ACSAA), que endurecerá las condiciones necesarias para la obtención del certificado tipo de una nueva aeronave.
La normativa, aprobada en 2020, surgió como respuesta a la controversia generada alrededor de la naturaleza del proceso que anteriormente permitió la aprobación de las variantes MAX 8 y MAX 9.
Sin embargo, la postura de APA suma tensión a la carrera contrarreloj de Boeing, que busca que el Congreso de los Estados Unidos amplíe el plazo límite para lograr la certificación de ambas variantes.
«Los pilotos estadounidenses rechazaron explícitamente el argumento de Boeing de que mantener el sistema igual que en los modelos 737 anteriores evitaría la posible confusión de los pilotos y, por tanto, sería más seguro», informó Dominic Gates, periodista que cubre la actividad del fabricante para The Seattle Times.
«Boeing tiene que proceder a la instalación de modernos sistemas de alerta para la tripulación en estos aviones, para mitigar el efecto de sobresalto y la confusión de los pilotos durante fallos complejos y compuestos del sistema», declaró Edward Sicher, capitán de American Airlines y presidente del sindicato. «Una vez que estos sistemas estén instalados y los pilotos hayan recibido la formación adecuada sobre ellos, nuestras tripulaciones podrán identificar mejor los fallos del sistema y priorizar las acciones correctivas que podrían salvar vidas», agregó.
Por otro lado, el máximo directivo de APA remarcó que la instalación de nuevos sistemas de alerta ayudaría al fabricante «a seguir reconstruyendo la confianza del público», seriamente afectada por los dos accidentes protagonizados por aeronaves 737 MAX 8 en octubre de 2018 y marzo de 2019. Las familias de las víctimas de ambos también se opusieron firmemente a la prórroga a través de una carta enviada al Congreso en julio pasado.
La posición del sindicato que representa a los pilotos de American Airlines se apoya además en el hecho de que la incorporación de los nuevos mecanismos permitiría «mantener una sólida cartera de pedidos» de unidades de la familia 737 MAX. Por supuesto, lo mismo desea Boeing, que considera que para ello es necesario lograr una extensión de la exención.
El senador republicano Roger Wicker presentó la semana pasada una enmienda a la Ley de Autorización de Defensa Nacional que, de ser aprobada, otorgaría la prórroga que Boeing busca. En caso contrario, el fabricante deberá rediseñar las variantes para cumplir con los nuevos requisitos. No obstante, aún no es claro cómo continuará su camino. «Estamos discutiendo con los responsables políticos el tiempo necesario», aseguró el fabricante.
Ver también: Boeing no espera lograr la certificación del MAX 10 antes de mediados de 2023
Es inquietante la insistencia de Boeing de persistir en el error que ocasionó 2 accidentes de la aeronave 737MAX, con cientos de vidas humanas perdidas. El MCAS, es un software que hace un «by pass» al piloto al mando y toma la decisión de colocar la aeronave en una posición que contradice al piloto al mando. Debe ser la principal razon de los pilotos de oponerse a la certificación de la aeronave al ser el MCAS UN TERCER CAPITAN ABORDO.