La aerolínea estadounidense de bajo costo Avatar Airlines, que existe desde hace décadas pero nunca ha despegado y ha sido acusada de fraude, está en busca de su próximo CEO. La aerolínea, que se autodenomina una «startup ambiciosa destinada a revolucionar la industria aérea», está buscando un ejecutivo «excepcional», ofreciendo un salario base de US$ 500.000, además de una bonificación por desempeño de hasta el 50% del salario base, en caso de que la empresa llegue a operar vuelos algún día.
El motivo detrás de la apertura de la vacante es encontrar al nuevo CEO que asumirá el cargo del actual CEO y fundador, Barry Michaels, quien, a sus 82 años, planea retirarse sin haber logrado que el proyecto despegue.
El anuncio de la vacante está publicado en el sitio web de Avatar. Entre los requisitos, Avatar pide que el candidato tenga una experiencia mínima de veinte años en liderazgo, con la habilidad y la visión para transformar a Avatar en una empresa de capital abierto de varios miles de millones de dólares. La experiencia previa en otras aerolíneas no es necesariamente un requisito.
Otro requisito importante: “Nuestro cargo de CEO requiere una inversión de US$ 250.000 (cerca de 1,3 millones de R$ según la cotización actual) en Avatar. La razón por la que la administración actual cree que esto es necesario es, ante todo, tener la garantía de saber que nuestro CEO estará totalmente comprometido y dedicado a poner a Avatar en operación”, detallan. La aerolínea afirma que estos fondos serán utilizados en la empresa emergente.
Fundada por el actual CEO, Barry Michaels, en 1992, Avatar era inicialmente conocida como Family Airlines.
“Nuestro plan es comenzar con cuatro aeronaves Boeing 747-400, añadir ocho más hasta el final del primer año de operaciones y haber comprado un total de 30 para el final del tercer año”, dice la aerolínea en su sitio web.
Según su página de LinkedIn, Avatar Airlines planea contratar a 2.000 empleados una vez que esté certificada, utilizando el Boeing 747 para sus operaciones. Al menos, esta historia muestra que hay personas soñadoras en el mundo.