En un acontecimiento histórico en el caso de los trágicos accidentes de los Boeing 737 MAX 8, las familias de las 346 víctimas pidieron que un juez de un tribunal federal rechace un acuerdo propuesto por el Departamento de Justicia (DOJ) y por la propia Boeing.
El juez había determinado previamente que el crimen cometido por Boeing resultó directamente en las muertes durante los dos accidentes mortales, informó Aeroin.
En el documento presentado, las familias alegan que el acuerdo encubre inadecuadamente las consecuencias letales de las acciones de Boeing. La respuesta presentada hoy sostiene que el DOJ no consultó razonablemente con las familias sobre los términos específicos del acuerdo.
Pide al juez Reed O’Connor, que supervisa el caso penal en el tribunal federal de Fort Worth, que rechace el acuerdo porque impediría que el juez elabore su propio fallo para Boeing.
Paul Cassell, abogado de las familias y profesor de la Facultad de Derecho S.J. Quinney de la Universidad de Utah, comentó: “El acuerdo propuesto no sólo es engañoso, sino también moralmente reprobable, ya que no responsabiliza a Boeing por la muerte de 346 personas. Un juez puede rechazar un acuerdo que no sea de interés público, y este acuerdo engañoso e injusto va claramente en contra del interés público. Las familias piden al juez O’Connor que haga uso de su reconocida autoridad y rechace este acuerdo inadecuado y la versión manejada de los hechos sobre lo ocurrido”.
Tras un incidente en el que un tapón de puerto se desprendió de un avión de Alaska Airlines en enero, el Departamento de Justicia determinó en mayo que Boeing había violado obligaciones bajo un Acuerdo de Enjuiciamiento Diferido (DPA) anterior. En julio, el Departamento de Justicia anunció una propuesta de acuerdo que recomienda al juez O’Connor imponer una multa de 243,6 millones de dólares, sin incluir el procesamiento de los ejecutivos de Boeing.
Las familias argumentan que esta multa representa una respuesta inadecuada a lo que el juez O’Connor llamó anteriormente «el crimen corporativo más mortífero en la historia de Estados Unidos». Además, afirman que las medidas correctoras y de seguimiento propuestas no son suficientes para proteger la seguridad del público en los vuelos.