La primera ministra danesa Mette Frederiksen anunció que el Estado impulsará el desarrollo de soluciones sostenibles y establecerá medidas a muy corto plazo para bajar el nivel de emisión de las operaciones aéreas que se realizan en el país.
La propuesta implica el pago de impuestos a las emisiones de CO2 para todas las empresas que operen en el territorio nacional, y la medida alcanza a las aerolíneas. El ambicioso plan prevé que para el año 2025 los pasajeros que realicen vuelos de cabotaje puedan elegir un viaje ecológico, probablemente a través de algún programa de compensación. Por otro lado, para 2030 todos los vuelos nacionales deberán haber encontrado la forma de eliminar su impacto ambiental, por lo que deberían dejar de utilizar combustibles fósiles.
En el mensaje de año nuevo dirigido a la sociedad danesa, la primera ministra aseguró que Dinamarca está atravesando uno de sus mejores momentos en la historia, con un alto índice de ocupación laboral y un crecimiento económico sostenido durante los últimos 15 años. Es por ello que exhortó a la población a plantearse un nuevo desafío: “¿Debemos resolver el desafío más grande e importante de nuestro tiempo: la crisis climática?”, cuestionó.
Mette Frederiksen anunció que este año el Estado danés decidirá aplicar un nuevo impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono, para asegurarse que las empresas que contaminan el ambiente paguen por sus propias emisiones. “El principio danés de que los hombros más anchos deben llevar más también debe aplicarse en la transición verde: si emite CO2, entonces tiene que pagar”, sostuvo.
Si bien hay otros países en el mundo -y específicamente en la Unión Europea- que están aplicando impuestos y restricciones que apuntan a reducir el impacto ambiental de la industria, la idea de la mandataria es que Dinamarca tome la delantera en este tema y se convierta en referente a nivel global.
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A pesar de no haber dado grandes precisiones acerca de los próximos pasos, la mandataria dejó en claro que su gobierno empezará a trabajar para fomentar la reducción del impacto ambiental de las industrias danesas.
Esta iniciativa es, sin dudas, una buena noticia en relación a la sostenibilidad del sector aerocomercial en el futuro, y se suma a los esfuerzos que están realizando otros Estados, fabricantes, proveedores, la sociedad civil y otras aerolíneas del mundo para descarbonizar los vuelos.
El trabajo coordinado y las distintas medidas que se van tomando están orientadas a ir allanando el camino para alcanzar la neutralidad de carbono neta hacia el año 2050, compromiso asumido durante la última Asamblea General de IATA.