Tras una pausa de diez años, el aeropuerto internacional de Băneasa, en Bucarest, debe finalmente reabrir al tráfico comercial regular, según el director de la empresa que gestiona el campo aéreo, Aeroporturi București. La información fue revelada por la emisora rumana Radio România Actualități (RRA) este mismo miércoles.
George Dorobanțu, que dirige la empresa que gestiona los dos principales aeropuertos de Bucarest — Băneasa y Otopeni — afirma que «ya tenemos tres conversaciones avanzadas, en la fase de firma de contratos, para [que operen] en Băneasa».
Según Dorobanțu, las aerolíneas serían Ryanair, «que busca soluciones para hacer crecer su base de aviones desde Rumanía», Air Connect, una startup rumana que espera volar desde Otopeni con una flota de ATRs, y la moldava Fly One, ésta volando en operaciones chárter a Chișinău.
Dorobanțu ha pedido dejar la dirección de Aeroporturi Bucuresti y, a partir del 1 de agosto, debe iniciar una nueva gestión en la compañía de propiedad pública, según RRA.
La última vez que Băneasa recibió vuelos comerciales regulares fue en marzo de 2012, cuando todas las operaciones se transfirieron a Otopeni. Por aquel entonces, tres compañías aéreas — Blue Air, Germanwings y Wizz Air — prestaban servicio en el aeropuerto, que, dada su sencilla infraestructura, era considerado el refugio de las compañías de bajo coste en la capital rumana.
En un informe de noviembre, la empresa estatal de noticias TVR dijo que el aeropuerto, en esta nueva fase, podrá recibir hasta 400 pasajeros cada hora. Las obras de adaptación han costado unos 11 millones de euros y se iniciaron en 2019.
El mayor sitio web de noticias de aviación de Rumanía, BoardingPass.ro, se mostró más escéptico que el director, tachando sus palabras de «triunfales» y señalando que, a día de hoy, ninguna de las tres aerolíneas ha anunciado oficialmente servicios a Băneasa, y que fuentes de Air Connect negaron la intención de operar allí.
https://twitter.com/BoardingPassRO/status/1552285138041577477
Aunque es mucho más pequeña que su homóloga Otopeni, Băneasa sigue siendo una opción factible para los pasajeros, ya que está más cerca del centro de la ciudad. De hecho, incluso la línea de autobús 783, la que conecta el Centro Histórico de Bucarest con Otopeni, tiene parada en el aeropuerto, que está a media hora del centro de la capital.
