A principios de mayo, en el marco de la presentación de resultados del primer trimestre de 2019, el presidente y CEO de Bombardier, Alain Bellemare, había comentado que la empresa «claramente está desinvirtiendo en la unidad comercial dado que queremos enfocarnos en aeronaves ejecutivas», lo cual ya se había tornado evidente no solo cuando vendieron a Airbus el 50,01% del programa C Series (hoy A220), sino también cuando, meses después, hicieron lo mismo con el programa de turbohélices Q400 a Viking Air.
Esos movimientos habían dejado al sector de aviación comercial de Bombardier solamente con el programa CRJ, cuya época dorada ya pasó y le quedan apenas medio centenar de pedidos pendientes de entrega.
Pero sí fue sorpresivo que anoche Jon Ostrower, del sitio web The Air Current, diera a conocer que Mitsubishi Heavy Industries estaría en conversaciones avanzadas para cerrar la compra del CRJ, más aún si consideramos que ambas compañías estuvieron enfrentadas judicialmente hasta hace un par de meses por acusaciones de espionaje industrial.
Mitsubishi viene desarrollando a duras penas desde hace más de una década el programa MRJ, una aeronave regional bimotor con capacidad de entre 70 y 90 pasajeros, que tiene (¿o tenía?) el potencial para competir en el reemplazo de la flota CRJ y ERJ que más temprano que tarde deberán empezar varias aerolíneas norteamericanas (el core del negocio, al margen de otros mercados secundarios). Sería el regreso triunfal de la industria japonesa al mundo aerocomercial después de medio siglo (el NAMC YS-11 en los años 60), pero aún para ese país, los desafíos tecnológicos y logísticos fueron demasiado, y terminaron retrasando la entrada al servicio comercial de 2013 a, por ahora, mediados de 2020. Acumula 213 pedidos de la versión MRJ90, 100 de ellos de la estadounidense Skywest.
«Es verdad que estamos en negociaciones relacionadas con una posible transacción que involucra al programa de jets regionales de Bombardier», señalaron desde Mitsubishi Heavy Industries a través de un comunicado. «Sin embargo, no se ha tomado ninguna decisión corporativa ni existen perspectivas acerca del contenido de tal transacción», agregaron.
¿Para qué podría servirle el CRJ a Mitsubishi? Además de cargarse con un potencial competidor, también para hacerse con un programa que, aunque en declive, tiene detrás suyo toda una cadena logística de soporte a nivel global ya puesta a prueba que bien podría servir al MRJ, entre otras cuestiones como personal con mucha experiencia, patentes, etc.
Desde Bombardier se explayaron un poco más, diciendo que «recientemente hemos establecido que exploraríamos opciones estratégicas para el programa CRJ, lo cual, de tanto en tanto podría llevar a discusiones con potenciales interesados».
«Aunque generalmente no comentamos públicamente sobre especulaciones del mercado o rumores, dados los recientes informes de la prensa, creemos que es prudente advertir a los accionistas que estamos discutiendo con Mitsubishi Heavy Industries sobre el programa CRJ», agregaron, indicando que no harán más comentarios al respecto. «No hay ninguna garantía de que esas discusiones llevarán finalmente a un acuerdo», concluyeron. Los rumores dicen que si hay luz verde, la venta se anunciaría en el Paris Air Show, dentro de dos semanas.
Una movida muy interesante de parte de Mitsubishi que elimina un competidor a la vez que queda como única alternativa en el mercado regional de Estados Unidos debido a la cláusula de peso máximo que tienen para las aeronaves. Embraer con sus E2 está fuera de juego. Y encima MHI se queda con toda una red de servicios y representantes comerciales para atender a los clientes existentes de CRJ y altamente probables compradores del MRJ.