Un organismo de control federal criticó el viernes la supervisión de la Administración Federal de Aviación (FAA) a Boeing (BA.N), afirmando que no cuenta con un sistema efectivo para supervisar las instalaciones de fabricación individuales del fabricante de aviones.
La Oficina del Inspector General del Departamento de Transporte dijo en un informe que los procesos de auditoría actuales de la FAA «no son lo suficientemente exhaustivos como para identificar adecuadamente las discrepancias clave y los incumplimientos dentro de la línea de producción de Boeing» y dijo que la FAA no ha abordado las debilidades de larga data en la supervisión de los proveedores por parte de Boeing a pesar de los riesgos conocidos desde hace tiempo.
Nuevo escrutinio
La supervisión de Boeing por parte de la FAA ha sido sometida a un nuevo escrutinio después de que un tapón de la puerta al que le faltaban los pernos principales explotara en un avión nuevo de Alaska Airlines (ALK.N). El avión 737 MAX 9 voló a 16.000 pies en enero, lo que llevó al Departamento de Justicia a abrir una investigación criminal.
El informe emitió 16 recomendaciones. La FAA dijo que está de acuerdo con todas ellas y «está comprometida a mejorar continuamente nuestros procesos de supervisión». Agregó que «actualmente está llevando a cabo una revisión integral y sistémica de nuestros modelos de supervisión».
El informe señala que la FAA no ha podido resolver de manera oportuna las acusaciones de presión indebida sobre los empleados de Boeing que actúan en nombre de la FAA porque no ha hecho cumplir los requisitos de que Boeing proporcione información suficiente sobre las acusaciones.
Boeing no hizo comentarios inmediatamente
El informe que revisó la supervisión de los Boeing 737 y 787 dijo que la FAA «aún tiene que pasar de un enfoque reactivo centrado en abordar problemas de fabricación individuales a un modelo más proactivo, basado en datos, para identificar y abordar el riesgo dentro de los procesos de fabricación de Boeing en todos los niveles».
En los últimos años, una serie de informes han suscitado inquietudes sobre la supervisión de Boeing por parte de la FAA. El mes pasado, un comité del Senado de Estados Unidos que investiga la cultura de Boeing criticó la supervisión por parte de la Administración Federal de Aviación, citando documentos obtenidos en una investigación en curso.
El administrador de la FAA, Mike Whitaker, dijo el mes pasado que renovará su propio programa de gestión de seguridad. Dijo que anteriormente la agencia había «intervenido demasiado» en la supervisión de Boeing antes de enero. En enero tomó la medida sin precedentes de prohibir a Boeing ampliar la producción del 737 MAX hasta que estuviera seguro de que habían realizado mejoras significativas en la calidad.
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