Segun informó el medio irlandés The Independent, el CEO de la empresa Ryanair Michael O’Leary se encontraría en plena negociación para ampliar su pedido al fabricante Boeing de su modelo 737 MAX.
Según los trascendidos, ante la inminente re-certificación del 737 MAX, el objetivo del CEO de Ryanair Group, el grupo incluye a las aerolíneas Ryanair, Malta Air, Lauda y Buzz, implica una apuesta agresiva por el regreso de la demanda reprimida de viajes aéreos cuando la crisis del Covid-19 disminuya y las vacunas surjan para proteger al público viajero.
La negociación consta en adquirir entre 150 a 200 aeronaves de una combinación de MAX 200, un modelo de alta ocupación diseñado específicamente para la aerolínea, y MAX 10, un modelo de 230 plazas que es el más grande y el más nuevo de las tres variantes.
Un acuerdo por 150 MAX tendría un valor de aproximadamente 18.700 millones de dólares a precios de lista, aunque los compradores generalmente obtienen descuentos de hasta el 50% por compras de grandes volúmenes. Pero a esos descuentos se le suman los extraordinarios que Boeing está dando para cubrir los pedidos cancelados, para evitar disrupciones mayores en la línea de producción, y Ryanair podría buscar aprovechar esa coyuntura.
Después del informe emitido por The Independent, el COO de Ryanair, Eddie Wilson restó importancia a la historia del diario, pero no lo negó en la radio pública irlandesa.
«Tenemos un pedido actual con Boeing de 210 MAX, 135 de esos pedidos en firme y 75 opciones», señaló Wilson. «Estamos trabajando con Boeing en este momento y nuestra prioridad es que ese pedido vuelva a estar en servicio, y esperamos que sea a principios de 2021», dijo Wilson a la emisora pública nacional RTE.
Si la recertificación del MAX se concreta en las próximas semanas, Ryanair y Boeing podrían firmar el contrato antes de fin de año, en lo que sería la venta más importante de Boeing de este año (y probablemente de toda la industria) y un buena entre tantas noticias negativas que generó el coronavirus.
Esto podría devolver la confianza en el 737 MAX -y en el fabricante- luego de la fatal falla en sus sistemas que obligó a dejar en tierra todos los aviones de este modelo alrededor del mundo.