La medida podría afectar a 259 tripulantes de cabina y pilotos, poco menos de una cuarta parte de los 1.142 empleados del segundo aeropuerto más ocupado de Gran Bretaña, dijo el portavoz cuando la aerolínea inició un período de consultas de 45 días con el personal y los sindicatos.
Luego del rescate de Mayo por el cual la compañía se hizo con 329 millones de dólares para hacer frente al parate por la pandemia, la situación hoy demanda una revisión de su plantel laboral en torno a su base en Gatwick, donde está llevando a cabo conversaciones con sindicatos para tratar de mitigar el problema porque el contexto pandémico sigue acuciando los planes de reactivación.
Solo hace falta ver lo que sucede con las restricciones de parte de Gran Bretaña para con el resto de Europa como para tener una idea de que el reinicio de operaciones en la región se ha visto resentido, dada la creciente cantidad de contagios en la región. El 90% de la planta laboral de la aerolínea estaba con licencias y despidos, y si bien algunos de ellos retornaron a la actividad por algunos vuelos específicos, la situación hoy impide pensar en una recuperación al corto plazo y es por eso que en lo inmediato se habla de un posible cierre de su base en Gatwick para hacer frente a los costos en aumento.
La situación adquiere un tono mas alarmante si tenemos en cuenta que el plan de ayuda británico al que suscribió la compañía desde Abril, tiene vencimiento en Octubre y servía para solventar dos tercios de los salarios de los empleados de la aerolínea.