El pasado 18 de octubre expiró, luego de 13 años de duración, el embargo de armas impuesto a Irán por el Consejo de Seguridad de la ONU en el 2007 que tenía por fin presionar al Estado Islámico a detener su programa de enriquecimiento de uranio.
Como les comentábamos en una nota anterior, el 14 de julio de 2015 en Viena, se firmó el acuerdo Joint Comprehensive Plan of Action -JCPOA – (Plan de Acción Integral Conjunta) entre Irán y los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, mas Alemania y la Unión Europea, con el fin de detener la producción de uranio enriquecido para armas nucleares (weapon grade) e impedir la construcción de reactores nucleares de agua pesada.
Pese a la retirada de EEUU en el 2018 de dicho acuerdo, Irán fue cumpliendo con todo lo exigido y ha paralizado efectivamente su carrera nuclear. Por tanto, las sanciones impuestas al régimen teocrático se acaban de levantar, lo que permite a Irán salir de compras para renovar su fuerza aérea, que está compuesta (puede ver su composición actual AQUÍ) principalmente por aviones de la era de Vietnam.
El sitio militarywatchmagazine.com nos recuerda que si bien el embargo ha restringido seriamente la capacidad de rearme de Irán desde el 2007, este problema ya viene estando presente durante los 15 años anteriores, cuando el colapso de la Unión Soviética puso fin a uno de sus principales proveedores. La consiguiente presión occidental sobre una debilitada Rusia se interpuso en el camino de múltiples posibles acuerdos de armas. Ahora, el levantamiento del embargo de permitirá al país comprar cualquier arma disponible en los mercados internacionales por parte de proveedores dispuestos.
El Ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica de Irán anunció sobre el levantamiento del embargo:
«Hasta el día de hoy, todas las restricciones a la transferencia de armas, actividades conexas y servicios financieros desde y hacia la República Islámica de Irán, y todas las prohibiciones relativas a la entrada o el tránsito por territorios de los Estados Miembros de las Naciones Unidas impuestas anteriormente por varios países a un número de ciudadanos y oficiales militares iraníes, quedaron automáticamente extintos… Por lo tanto, a partir de hoy, la República Islámica de Irán puede adquirir cualquier arma y equipo necesarios de cualquier fuente sin restricciones legales y únicamente en base a sus necesidades defensivas, y también puede exportar armamentos basados en sus propias políticas”.
Sin embargo, EEUU, que en la ONU hace unos meses intentó sin éxito prolongar el embargo, asegura que seguirá tratando a Irán como si el mismo no se hubiera levantado. Amenaza con sanciones económicas a cualquier organización que participe del rearme de Irán. Y eso, deja fuera del potencial negocio iraní a buena parte del mundo.
Pero el estado mucho más pobre de las relaciones entre Rusia y Occidente hoy, y el surgimiento de China como un productor de defensa líder en el mundo, significa que Irán ahora tiene oportunidades sin precedentes para actualizar su inventario de armas con hardware muy moderno.
Así que los 2 candidatos más probables (casi decir únicos) para suministrar aviones modernos a Irán, son Moscú y China.
Rusia
A partir de las sanciones impuestas actualmente a Rusia, el país está llevando adelante una política de creciente “rusificación” de su complejo técnico/industrial, particularmente en Defensa, con lo cual puede capear ciertos embates de nuevas sanciones económicas por parte de EEUU, pero tampoco es que les resbalen. Sin duda ofrecerán a Teherán sus Sukhoi Su-30 y los MiG-35 (avión que necesita con desesperación una orden de compra fuerte para justificar su existencia), pero imagino que no sería en números tales que puedan cambiar el balance de poder con Arabia Saudita, su principal antagonista en la vecindad.
Desde perspectivas menos amenazantes, Irán se puede convertir en un buen mercado para los entrenadores Yak-130, los anfibios Beriev Be-200 (para desplegar en el Mar Arábigo) y aviones de carga, como el Il-112V.
China
Es China quien mejor posicionado está para suplir a Irán de todo tipo de armamento que necesite. Pekín y Washington ya son contrincantes cuasi declarados en el campo geoestratégico y tienen en pie una guerra comercial. Se podría decir que ambos países están en estado de Guerra Fría. Así que la amenaza de sanciones por parte de EEUU no es ninguna novedad para ellos. Y el mejor candidato chino para recomponer la aviación de caza persa, es el J-10C, un 4++ gen con radar AESA y armamento moderno, monomotor, ágil, que tiene el potencial de formar la fuerza principal de combate de la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán (IRIAF) del futuro próximo.
Hay otros productos chinos que podrían encontrar su camino hacia Irán, hay entrenadores avanzados con capacidad de ataque ligero como los JianLian-9 (JL-9) o el Hongdu JL-10 (conocido como L-15 Falcon) que podrían ser buena opción para reemplazo de sus Northrop F-5. El carguero Shaanxi Y-9, que busca competir con el C-130J, podría encontrar en Irán su primer cliente de exportación.
Irán no es como sus vecinos
Pero para Irán no es tan fácil como para sus vecinos ricos del Golfo Pérsico. Es un país que está pasando por una crisis económica y social, a las cuales se les suma el flagelo del Covid, que allí pegó con fuerza. Y con los valores del petróleo, lejos de ser ideales, la renovación de las Fuerzas Armadas de Irán no va a ser tan espectacular como muchos se imaginan. No es serio pensar de que antes de fin de año Irán firme contratos por cientos de aeronaves nuevas. Y esto también favorece las posibilidades chinas, con su gran potencial de financiación, o de realizar intercambios comerciales prescindiendo del dólar. Armas por petróleo o concesiones en obras civiles de magnitud a favor de empresas chinas, van a ser algunos de los ejemplos más evidentes que iremos viendo.
Sea como fuere, se vienen vientos de cambio para las FFAA de Irán, una muy necesaria renovación y actualización a tecnología del siglo 21. Los cambios que esto genere en la geopolítica del Medio Oriente para las próximas décadas, queda abierto a debate.