Siguiendo medidas de protección judicial similares adoptadas en Irlanda y Noruega durante el último mes, Norwegian anunció este viernes que ha presentado ante la justicia española el preconcurso de acreedores de tres filiales en ese país: Norwegian Air Resources Spain, Red Handling Spain y Red Maintenance Spain.
La primera nuclea a los tripulantes de cabina de pasajeros y pilotos con base en España, la segunda brinda asistencia en tierra en aeropuertos españoles, y la tercera servicios de mantenimiento. Queda fuera del preconcurso por ahora la filial Norwegian Air Resources Shared Service Center, la cual abarca al personal administrativo de la sede corporativa en Barcelona.
La figura del preconcurso, como su nombre lo indica, es una etapa previa a la del concurso de acreedores que brinda a la empresa la posibilidad de llegar a acuerdos extrajudiciales con sus acreedores en un proceso que puede durar hasta seis meses. Pasado ese tiempo, si no se resuelve la situación de insolvencia financiera, se abre el procedimiento tradicional.
Desde la aerolínea indicaron que el objetivo es «emerger como una aerolínea más competitiva y económicamente más fuerte salvaguardando tantos puestos de trabajo como sea posible, mientras se dimensiona la base de activos». Los sindicatos ya han sido informados de la medida e iniciarán un diálogo con los mismos.
«Norwegian está decidida a superar los efectos de la crisis causada por la COVID-19 y a surgir de ésta como una aerolínea financieramente más fuerte y segura, en beneficio de sus empleados, clientes, inversores y proveedores», indicaron, detallando que ayer jueves consiguieron el apoyo de sus accionistas al plan de reestructuración de la compañía que incluye emisión de nuevas acciones y conversión de deuda. sindicatos representados en las tres empresas ya han sido informados y se iniciará un diálogo con los mismos.
En el tercer trimestre Norwegian reportó pérdidas por USD 111 millones, acumulando un total de USD 731 millones en lo que va del año (frente a ganancias por USD 30 millones durante el mismo período anterior, aunque cerrando 2019 con pérdidas por USD 183 millones). Sus deudas suman unos USD 5.5 mil millones.
Al margen del COVID-19 la compañía ya se encontraba en una situación delicada luego de la gran expansión internacional llevada adelante durante los últimos cinco años que se complementó con cuestiones externas como el grounding global del 737 MAX y el de parte de su flota de 787 debido a inconvenientes de los motores Rolls-Royce, que también afectó a otras aerolíneas.
Esto la había llevado a reenfocarse en reducir costos y ajustar su capacidad para volver a los números positivos, camino en el que se encontraba, no libre de obstáculos, hasta que se desató la pandemia.