La compañía con base en Lisboa decidió suspender casi todas sus operaciones para este mes, lo que representa un 93 por ciento menos de vuelos en comparación con febrero del año pasado, en los primeros momentos de la pandemia.
Previamente se especulaba con que la reducción iba a ser de un 73 por ciento interanual, pero tuvieron que sacrificar más operaciones y sólo mantener las esenciales, principalmente para la recepción de vacunas o trasladando a pasajeros que tengan que viajar por casos excepcionales.
Los destinos nacionales operarán sin interrupciones uniendo las ciudades de Lisboa, Oporto, Madeira y las islas Azores, pero no habrá vuelos de TAP hacia y desde Faro. En cuanto a los destinos internacionales, se mantendrán los vuelos con países con los que Portugal mantiene lazos tradicionales, como Estados Unidos, Canadá, España, Francia e Italia, además de Senegal y Mozambique entre otras naciones africanas.
Esta medida se da en uno de los peores momentos de la aerolínea, cuando hace poco más de un mes informamos acerca de su complicada situación económica, por lo que la recuperación será un gran desafío para TAP a corto, mediano y largo plazo.