El pasado miércoles 30 de Septiembre, se reveló públicamente la solicitud de presupuesto del Ministerio de Defensa del Japón para el año fiscal 2021 (que comienza en Abril) con un incremento, respecto al presupuesto del año pasado, del 8%. De ser aprobado, el presupuesto de Defensa para el 2021 sería de alrededor de $55.000 millones de dólares y marcaría el octavo año consecutivo de aumentos en defensa desde el 2013.
Según reportes de Associated Press, los aumentos se usarán para financiar más compras de costosos cazas furtivos estadounidenses y ampliar las capacidades para contrarrestar posibles amenazas tanto en los planos ciberespacial, electromagnético y del espacio.
El aumento en el gasto se produjo cuando el anterior Primer Ministro japonés Shinzo Abe presionó para que la Fuerza de Autodefensa de Japón expandiera su papel y capacidad internacional en medio de amenazas de Corea del Norte y China, tanto los dominios tradicionales (tierra-mar-aire) como no tradicionales (cyber, electromagnético, espacio). Japón también enfrentó demandas del presidente Donald Trump de que los aliados de Estados Unidos aumenten el gasto en defensa, lo que Japón hizo en parte con las costosas compras de armas estadounidenses que también refuerzan la compatibilidad de armas con las fuerzas estadounidenses.
Veamos ahora algunos de los ítems más interesantes:
F-35
El presupuesto incluye una partida de 308.5 millones de dólares para 4 F-35A adicionales y 249.8 millones para la compra de los primeros 2 F-35B, la variante de despegue en corto y aterrizaje vertical. Japón ya opera 42 F-35A (la versión de despegue y aterrizaje convencional) en su fuerza aérea, comprados en Diciembre del 2011. El plan ahora es llevar el número de F-35 nipones a 147 unidades, entre F-35A y B.
Como adelantamos en su momento en Aviacionline, es muy significativa la compra de la versión naval F-35B, porque permitirá a la Armada del Japón, volver a poseer una aviación de caza embarcada (como no pasaba desde el fin de la SGM), dejando de lado la orientación exclusivamente defensiva de su política de defensa, para pasar a tomar el rol de una potencia de proyección regional.
A este fin, se destinó una suma de 30 millones de dólares para adaptar uno de los 2 portahelicópteros clase Izumo, el Kaga, para realizarle las modificaciones necesarias para operar con el F-35B. Estas incluyen un nuevo recubrimiento resistente al calor para la pista, así como modificaciones en la proa para una posible rampa sky-jump que ayude al despegue.
Mitsubishi F-3
Se continúa y acelera el desarrollo del caza japonés de próxima generación, el Mitsubishi F-3, que tiene como objetivo inicial, reemplazar a unos 90 aviones de combate Mitsubishi F-2 desde el 2030. El presupuesto pedido para el programa del año fiscal 2021 es de 555,8 millones. Además hay un adicional de 113,6 millones para el desarrollo de subsistemas del F-3, como radar, computadora de misión, etc.
Respecto a la motorización, si bien Japón tiene el desarrollo de una turbina propia en estado muy avanzado, está considerando el co-desarrollo con firmas de EEUU y UK.
Kawasaki
En el presupuesto también hay partidas asignadas para la incorporación de tres aviones antisubmarinos Kawasaki P-1, por 643,7 millones.
La aviación de transporte pide $ 487.5 millones para reforzarse con la incorporación dos cargueros de Kawasaki C-2.
Otro punto muy importante es el desarrollo de un avión de guerra electrónica de largo alcance basado en el transporte aéreo C-2, lo que requerirá de 144,9 millones y de otros 67,2 millones para la adquisición de los sistemas a bordo para equiparlo.
Finalmente, hay pedida una partida de 66 millones para incorporar un avión estratégico de inteligencia electrónica RC-2, que es una modificación con equipos especiales del avión de transporte C-2 de la misma empresa.
Misiles
Joint New Air-to-Air Missile (JNAAM)
El Ministerio de Defensa está pidiendo un presupuesto de 11.4 millones de dólares para continuar con el desarrollo del Nuevo Misile Aire-Aire Conjunto, que es un programa que llevan adelante Japón y el Reino Unido.
El concepto es bien sencillo, se trata de unir las fortalezas de los 2 tipos de misiles nacionales usados por los socios. Se busca la integración del motor ramjet del Meteor, que le da esas excepcionales prestaciones, con el avanzado buscador por radar activo AESA desarrollado por Mitsubishi Electric Corporation para el misil nacional japonés de medio alcance, el AAM4. Como se suele decir, lo mejor de ambos mundos.
Misil de 900 kms de alcance
Otro de los ítems en el presupuesto, es una partida de 201 millones para modernizar a los F-15J para que puedan lanzar misiles de ataque a tierra o mar de 900 kms de alcance. Muy probablemente se trate del AGM-158 JASSM-ER, del cual Boeing ya publicó un render tiempo atrás.
Misiles Hipersónicos
La nueva carrera armamentística es la hipersónica, y Japón no quiere quedar rezagada. Como informa el sitio Defensenews.com, otros 218,6 millones de dólares se destinarán a la investigación y desarrollo del programa de armas hipersónicas de Japón.
El programa delineado busca desarrollar 2 tipos de armas hipersónicas. Una es un misil de crucero, y la otra es proyectil de planeo hipersónico con capacidad de maniobra.
Espectro electromagnético y el espacio
Las amenazas emergentes también son contempladas por el proyecto de presupuestos 2021. Las presiones de una China expansionista son fuertemente resentidas en la lucha que se está dando en el ciberespacio, en el espectro electromagnético, y en el espacio.
La solicitud de presupuesto de 2021 incluye fondos para la investigación y operación de unidades espaciales y cibernéticas, así como para nuevas unidades de guerra electrónica.
La unidad de guerra electrónica tendría su sede en la base Asaka de la Fuerza Terrestre de Autodefensa, al norte de Tokio, y un número no especificado de personal se desplegaría en varias bases del ejército en todo el país para marzo de 2022, principalmente en las islas del sur de Japón, incluida Okinawa, áreas de aumento de la actividad marítima y aérea de China.
La misión de dicha unidad sería bloquear los ataques electromagnéticos que podrían interrumpir cosas como las funciones de radio y GPS.
Como viene siendo tendencia entre las primeras potencias mundiales que incorporaron al espacio extra atmosférico como dominio o campo de batalla, también Japón lanzó en mayo el Escuadrón de Operaciones Espaciales como parte de la Fuerza de Autodefensa Aérea, con 20 miembros iniciales. Se espera que crezca a unos 100 miembros una vez que la unidad esté completamente operativa en 2023.
La unidad tiene la tarea de monitorear y proteger los satélites japoneses de ataques enemigos o desechos espaciales. También llevará a cabo comunicaciones y navegación por satélite para otras fuerzas sobre el terreno.
El ministerio lanzará una unidad de mando en el oeste de Tokio y el personal aumentará a 70 el próximo año. Está buscando más de 72 mil millones de yenes (unos 680 millones de dólaraes) para diseñar y lanzar un satélite de vigilancia, con foco en el desarrollo o compra de equipos compatibles con los de EE. UU, su principal aliado.
La solicitud de presupuesto ahora será revisada por el Ministerio de Finanzas de Japón, que luego decidirá sobre la asignación de fondos para los diversos ministerios y anunciará el próximo presupuesto de Japón, que se espera para finales de este año (me mareo de solo pensar en los fenomenales ejercicios de contabilidad que va a tener que hacer el Ministerio de Finanzas).
Como se ve, el presupuesto pedido refleja no solo una adaptación rápida a la emergencia de multi-dominios en pugna, sino que también muestra un cambio de doctrina estratégica. Japón termina con su política estrictamente defensiva, deja de lado décadas de aislamiento y se lanza a disputarle a China el dominio del Pacífico.