Inversiones para los medios aéreos de las Fuerzas Armadas 2021-2023: ¿Lo urgente o lo importante?

En el Informe al Congreso de la Nación número 126, presentado por el Jefe de Gabinete Juan Pablo Cafiero el día 30 de Julio, la pregunta 263 apunta directamente al plan de reequipamiento de las Fuerzas Armadas argentinas.

La respuesta a esa consulta ofrece un panorama de lo que podemos esperar en los próximos dos años. Veamos los detalles de la «demanda preliminar conjunta de inversiones priorizadas para el período 2021-2023».

En primer lugar, hay que mencionar la referencia al Plan Transversal Sistémico (PTS), que tiene como objetivo preparar el terreno para que la industria nacional pueda proveer sistemas de alerta estratégica, reconocimiento y vigilancia aeroespacial. Esto, combinado con el Plan de Capacidades Militares (PLANCAMIL) deberá definir las dos cosas más importantes del elemento militar nacional: Qué, cómo, y con qué.

En mi opinión, la definición del qué y el cómo son aún más fundamentales que el con qué. Recién a partir de establecer el objetivo se puede establecer las necesidades que se tienen para cumplir ese objetivo y entonces es posible definir qué elementos son los que pueden satisfacer esas necesidades con una ecuación costo/beneficio que resulte saludable. En otras palabras: a todos nos gustaría tener 72 F-15EX en Tandil. La pregunta es qué tanto nos resuelven las necesidades de control de fronteras en el norte, y si no es un poco mucho un bimotor pesado con 14 AMRAAM para desalentar el ingreso de un Cessna 172 con una carga non-sancta.

Esto abre un debate de cuál es el rol de las FFAA hoy? Claro que sí: de eso hablo cuando digo que lo importante es definir el Qué.

En ese sentido, el documento continúa describiendo las necesidades que la Fuerza Aérea buscará satisfacer en los próximos dos años:

1. Doce aviones de cazas complementarios, como aeronave de transición a un sistema de armas de cuarta generación:
   Hemos hablado en extenso de esta búsqueda y de las distintas ofertas que aparecieron, tanto las impulsadas con cierta seriedad como aquellas en las que el interés iba por otro lado, sea éste bien intencionado o no tanto.Entre esas ofertas, tal vez la más seria sea la del KAI FA-50 Golden Eagle, aunque hay otros aviones que pueden ocupar un lugar con el que la FAA coquetea hace bastante:  el stop-gap, o solución intermedia.No hace mucho hablamos del interés de Boeing/Saab de llevar el T-7A RedHawk a un avión con plenas capacidades, similar al FA-50 o al Leonardo M-346. Teniendo en cuenta que lo occidental siempre tira, no deberíamos descartar este candidato, o el italiano.

   Lo que sí llama la atención, es que la idea sea ir por 12 aparatos de transición para luego ir por un sistema de armas de «cuarta generación». A esta altura del partido, y si hablamos de una compra que no llegará antes de 2023, elegir un 4G puro es un chiste. A menos, claro, que la referencia también admita aviones de 4.5G. La diferencia no es para nada menor.

2. Modernizar 12 Embraer EMB-312 Tucano: Muy interesante, también en línea con lo que hablábamos arriba: la razón operativa de tenerlos. Hace poco expandimos sobre la modernización de los Tucanos Colombianos, lo que puede transformarse en una guía de lo que puede hacerse con los locales.
3. Sistemas de tiro aéreo para Tucano y Pampa II/III
4. Recuperar el ciclo logístico de los A4-AR FightingHawk para tener más aviones disponibles: importante y necesario.
5. Continuar el desarrollo de sistemas aéreos no tripulados: hay proyectos nacionales interesantes en ésta materia. Será importante darle continuidad y que ganen capacidades de vigilancia, exploración y reconocimiento.
6. IA-58 Fénix: remotorizado, con aviónica y sensores nuevos. Hablamos de estos desarrollos hace poco, cuando presentamos el radar de apertura sintética de INVAP.
7. Avanzar con un proyecto que hace rato da vueltas: una flota de 40 IA-63 Pampa. Una zona gris que cada tanto vuelve por nosotros. La duda es la de siempre: 40 Pampas en total entre II y III o 40 Pampa III? Habrá que ver.

Por el lado de la aviación de transporte:

1. El tan mentado Boeing 737-700,
2. Los 10 TC-12B Huron,
3. Recuperar tres Fokker F-28,
4. Modernizar los Lockheed C-130,
5. Recuperar los Learjet 35, SAAB 340 y DHC-6 Twin Otter
6. Y una novedad: Una aeronave de transporte táctico biturbohélice. En una entrevista reciente, el Ministro Rossi habló de un avión «similar al ATR 72», pero la opción más lógica sería el Airbus C-295.

Hablando de helicópteros, se menciona el reemplazo del SA-315 Lama y la incorporación de al menos tres helicópteros aptos para operar en alta montaña. El año pasado, el Airbus H145 hizo una demostración en el Aconcagua que lo posiciona como un candidato más que serio para la tarea, aunque el AS350 B3 también es número puesto.

También se menciona la recuperación del ciclo logístico de los dos Mi-171E para apoyo de la campaña antártica. La verdad es que si bien siempre fueron poco queridos, a fuerza de sus excelentes prestaciones en condiciones extremas se ganaron su lugar en la FAA.

También se habla de helicópteros para la Aviación de Ejército: el documento menciona una necesidad de equipos medianos y de montaña. Y finalmente, se menciona a la Armada Argentina y una necesidad largamente ignorada: la recuperación de la capacidad de vigilancia y patrullaje marítimo con un MPA (Maritime Patrol Aircraft) que esté a la altura del área que debe vigilar: el Lockheed P-3C Orion.

No hace mucho contábamos que la DSCA (Defense Security Cooperation Agency) del Departamento de Defensa de Estados Unidos había aprobado la venta de cuatro P-3C y equipo relacionado por un costo de 78 millones de dólares. El COAN, operador del P-3B, ganaría capacidades para la protección de la Zona Económica Exclusiva y para una eventual lucha ASW/ASuW.

En resumen, esto es lo que se plantea en un horizonte de cortísimo plazo para los medios aéreos de las Fuerzas Armadas Argentinas. Algunas de estas iniciativas las habíamos adelantado en esta nota, y el plan total es ambicioso. Nuevamente, apunta a lo urgente y deja de lado algunas cosas importantes.

INFORME-126-HCDN

Creo que el país necesita urgentemente plataformas de Alerta Temprana y C4ISTAR, multiplicadores de fuerzas que permitan aprovechar mejor los esfuerzos individuales de cada uno de los sistemas que quieren incorporarse o recuperarse.

Hoy en día es imposible pensar una operatividad sin estos elementos claves en un escenario moderno. Ojalá los planes sobrevivan a nuestra manía de diferir algo tan fundamental como la defensa y a nuestra predilección por los parches temporarios que se hacen permanentes. Merecemos otra cosa. Necesitamos otra cosa. Esperemos que se de.