United Airlines se Inclina Hacia Airbus tras el Fracaso del MAX 10 y el Merger de JetBlue-Spirit
El Efecto Dominó del Mercado Aéreo
La denegación de la fusión entre JetBlue y Spirit ha tenido un efecto dominó en la industria, afectando los planes de flota de ambas aerolíneas y liberando slots de entrega de A320neos en el corto plazo. Esta situación ha creado una oportunidad de oro para United Airlines, quien, según rumores de la industria y un informe de BNN Bloomberg, está lista para adquirir estos slots. Airbus se encuentra trabajando codo con codo con otras aerolíneas y empresas de leasing para ubicar slots de entrega potenciales para United en su complicado panorama de cadena de suministro.
La Encrucijada de United con Boeing
United, cliente inicial del Boeing 737 MAX 10, eliminó este avión de su plan de flota a principios de este año debido a retrasos en su certificación, que no se espera hasta 2025 como muy pronto. A pesar de no haber cancelado formalmente sus pedidos con Boeing, United evalúa cuántos aviones A321neo podrían estar disponibles a través de Airbus y la comunidad de leasing para cubrir el vacío de los 277 aviones, ya con cinco años de retraso.
Un informe reciente de la FAA sobre el sistema de calidad de Boeing fue crítico, tachándolo de «inadecuado y confuso», lo que sugiere posibles retrasos adicionales tanto en la certificación como en el aumento de la producción del 737 MAX.
Consecuencias y Oportunidades Futuras
Lograr que United Airlines cambie de Boeing a Airbus representaría una victoria significativa para el fabricante europeo y una gran pérdida para Boeing. La pérdida de confianza de un cliente importante en un programa de aviones puede tener un impacto en cascada en futuros pedidos si otras aerolíneas se suman a la conclusión de United.
Afortunadamente para Boeing, Ryanair permanece en el fondo, dispuesta a asumir cualquier posición cancelada por United, aunque la divergencia de opiniones entre ambas aerolíneas es bastante marcada. La pérdida de United tendría un impacto significativo en la reputación de Boeing y en el programa del 737 MAX 10.
La brecha se está ampliando, y la pregunta es si Boeing puede permitirse esperar mucho más antes de comprometerse a un reemplazo para el MAX. La capacidad de Airbus para satisfacer la necesidad de United puede ser un factor crítico en responder a esa pregunta.