Tuve la rara oportunidad de volar en Lufthansa a Suiza por trabajo y es raro porque pertenece a otra alianza de la que no formo parte y por ende no tendré sus millas pero tenía posibilidad de volar en un 747 de nuevo. El vuelo es el viaje más largo directo de mi vida y también él de la compañía con 7132 millas de distancia según Wikipedia.

Mi boleto fue emitido un día antes de volar así que ni bien recibí el record locator, me puse a hacer el check-in. Como niño inquieto me puse a tocar todos los botones, opciones, ver reglas de equipaje, etc, etc, y por último vi una opción de upgrades disponible para el itinerario. Mucha fue mi sorpresa que tenía disponible pasarme a Premium Economy en el tramo a Frankfurt y en los tramos “domésticos” a Business.

Sobre la decisión de lo primero, siendo que el upgrade lo pagaba y yo iba por trabajo, fue inversión en comodidad por las 14 horas que iba a pasar. La “jodita” me salió unos 500 dólares con los tres upgrades y honestamente valen cada peso.

Con la aceptación de los cargos y del cambio de clase te generan un nuevo record locator de referencia.

Las ventajas que encontré con la Premium Economy son estas:

  • Drop off del equipaje en económica con el tag de priority.
  • Dos valijas de 23Kg en lugar de una. Solamente esto serian 150 dólares más.
  • El asiento es más ancho y con espacio suficiente para cruzar las piernas o que pase una persona sin problemas. La configuración en 2-4-2. Cuando en económica es 3-4-3.
  • La pantalla de video es mucho más grande (y anda mejor).
  • Menú de las comidas. Botella de agua y bebida de cortesía con la llegada.
  • Amenity kit básico pero útil.
  • Servicio de bebidas alcohólicas y servido en platos de cerámica con cubiertos de metal.
  • Con detalles como bombones, pan tibio y postre especial.

Todo esto me salió aproximadamente 350 dólares más.

Ventajas en general del vuelo:

  • Personal super amable y atención esmerada en todo momento.
  • Durante el tiempo que no están con el servicio tienen una generosa cantidad de snacks, mini pretzels y galletas dulces, agua y jugos en el galley disponibles con acceso general.
  • La variedad de videos me pareció muy amplia porque hay contenido para muchas regiones e intereses. Honestamente quería ver algo pochoclero y de eso no había mucho.
  • El espacio en el compartimiento de arriba es enorme, tanto en el 747-400 como en el 800. Así como debajo del asiento.
  • Internet a bordo por $10 dólares la primer hora; $15 las 4 horas y $19 todo el viaje. Estuve tan entretenido con el vuelo y cansado que busqué desconectarme un poco.
  • Puntualidad y boarding rápido. Pese a que el vuelo tanto a la ida como a la vuelta iban llenos, se hizo en menos de 30 minutos. Para un avión tan grande es sorprendente.
  • Opción de postularse para un upgrade. Cuando está disponible, en mi caso el retorno, podés hacer una oferta de hasta cuánto estás dispuesto a pagar por el upgrade. A Premium Economy el mínimo era 250 dólares ya Business eran 900 dólares. Fui por el primero (obviamente)

La ventaja de Business en los tramos domésticos, Lufthansa Cityline, son los servicios en tierra y en aire a diferencia de lo que uno espera como el asiento en un tramo largo.

Por citar algunos extras tenés:

  • La comida y bebida del vuelo. En económica es un snack. Acá en otra cosa.
  • El check-in, boarding y drop-off prioritario. Nunca tuve más de 3 personas delante.
  • El equipaje extra sin cargo, mi caso terminé mandando el carry-on a la bodega.
  • El fast-track en seguridad. Se pierde tanto tiempo en eso que dejas una vida sacando y metiendo cosas en los canastos.
  • El acceso a los salón de Lufthansa/Swiss o de la Star Alliance para picar algo y tener acceso a internet en un sitio cómodo. Ideal para almorzar, cargar el celular, conectarte a internet y bajar un cambio antes de subirte a otro avión.

Como toda experiencia no estuvo exenta de algún problema. A mi retorno el vuelo de conexión salió con media hora de retraso por problemas de tránsito en el área y terminé aterrizando a la misma hora que arrancaba el boarding del otro de modo que tenía el tiempo justo. Me bajé pensando que no llegaba y me mentalicé en intentarlo hasta lo último.

Para agregar drama al relato el vuelo de Ginebra aterrizó en una posición remota; había que esperar el micro, correr, después tomar un tren, después correr, escaleras arriba y abajo, hacer migración porque entraba a la Unión Europea, correr, hacer seguridad y seguir corriendo.Y como toda ley de Murphy el otro vuelo tenía que estar en el lugar más lejos posible.

Terminé corriendo unos 3 kilómetros, según una app de mi celular, y gracias a mi estado físico detrás de mí se cerraron las puertas a los 2 minutos. Mucha gente no tuvo la oportunidad que yo y se quedó abajo y seguramente un día entero en Frankfurt hasta el otro vuelo. Me parece muy injusto que sabiendo eso, nadie te espere, te ayude o te de una mano en esa inmensidad de aeropuerto. ¿Cómo esperan que recorras todo eso y llegues? Ahí es donde todo pierde sentido, Todo lo bueno. Vos lo único que querés es llegar. Por suerte yo llegué.  Las valijas no…

Al aterrizar fui directamente a donde se hacen los reclamos para generar un PROPERTY IRREGULARITY REPORT. Con ese código puedes revisar el estatus del equipaje extraviado desde https://wtrweb.worldtracer.aero. ¡Al día siguiente me contactaron y llegó todo bien!

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