Había leído su historia hace unos años en el perfil de Facebook de Fer Berri, un genio del aire que forma parte del Escuadrón de Amigos del Aire Los Sauces de General Rodriguez. Por esas cuestiones de la red social, hace unos días él la volvió a compartir y apareció de nuevo en mi línea de tiempo, y no quise dejar de lado la oportunidad de compartirla con ustedes.
Es la historia de Pluma Roja, tal y como se lo conoce a Héctor Mansilla, una de esas personas que supieron ganarse un lugar en la historia de Aerolíneas Argentinas a pura pasión y esfuerzo…..¿lo que más me gustó? Que empezó acá, en mi querida Resistencia, en el viejo Aeroclub de la hoy Avenida Castelli, hace muchos años atrás, en los 40.
A continuación les dejo la reseña que Fer Berri escribió comentando algunos detalles y anécdotas del paso de Pluma Roja por la gran aerolínea de nuestro país:
Pluma, cuando tenía 15 años, era lustrabotas en el Aeroclub de Resistencia Chaco, ahí le tomó el gusto y el amor a los aviones, pero solo era mirarlos y preguntarse interiormente: ¿Podré yo alguna vez estar cerca de uno de estos?
Ahí iban los DC-3 de aerolíneas, aviones que hicieron historia ¡glorias de nuestra aviación!
Por su oficio de lustrabotas, Pluma conoció a muchos de los pilotos que llegaban en su avión desde Buenos Aires, se fue dando a conocer “haciéndose querer”, hasta que uno de ellos, el Comandante Barragán le dijo: “Vos pibe, cuando cumplas los 17 años, te venís a verme a Buenos Aires, si te gustan tanto los aviones”.
Pluma, hijo de padre ferroviario, cuando cumplió sus 17 años y sin pensarlo se tomó el tren que sería el que le dio un giro sustancial a su vida y con dos mangos al bolsillo viajó a ver al Capitán Barragán, quien para ese entonces en el año de 1956, ocupaba un alto cargo en la empresa.
De pantalones cortos y con unos trapos en su valija se presentó a la secretaria, que, mirándolo con extrañes le preguntó su nombre…-”Héctor Mansilla”… respondió –
La secretaria lo anuncia con el Comandante Barragán y vuelve diciéndole: -“ El Señor Barragán no conoce a ningún Héctor Mansilla”-
Pluma sintió que se le aflojaron las piernas, pero al momento se le prendió la lámpara y le agrego: -“¡Dígale Pluma Roja!” –
Abrió la puerta del despacho y de ahí nomás le grito: “¡Pluma, viniste!…
Y si, Pluma fue y se quedó por cincuenta años en la Empresa siendo querido y reconocido por todos los pilotos, viajó como apoyo técnico a las Islas Malvinas atendiendo desde los hidroaviones, DC-3, Comet, Caravelle, B-727, B-737 y MD y antes de jubilarse lo llamaron desde las oficinas Bouchard para que mantuviera una entrevista con el mismo Presidente de la Compañía el Señor Matta; en su momento teniendo 49 años de empresa le tocaba jubilarse.
El funcionario le pidió que trabajara un año más en la Empresa y se jubilaría con los 50 años de servicio y que eligiera y donde quería hacerlo.
¡Un lujo!, conoció el mundo y se empacho de aviones, fue 19 años consecutivos a la Fábrica Boeing invitado por el propio Gerente de Boeing en Sudamérica a quien yo tuve el gusto de conocer a Mr. Loren Both y tenerlo de invitado en mi casa a comer pizzas al horno de barro.
Pluma en Boeing USA
Siendo un simple mecánico, sin embargo, era él a quien invitaba a visitar la Boeing a pilotos y jefes de mantenimiento, hoy su hija María Inés, forma parte de Aerolíneas Argentinas en la sección de cargas EZE y a quien tengo el placer de ser su amigo desde mi infancia y lleva bien calzada la camiseta de la empresa como la llevó su Padre.
Resumiendo y como moraleja de esta vida que aunque a veces parezca dura y triste siempre te da revancha…”Este Pibe del interior, lustrabotas y apasionado por los aviones a través de las rejas del Aeropuerto Resistencia llegó a donde había soñado o le parecía imposible estar algún día. Fue él quien desde que fui yo muy pequeño, de 8 años aproximadamente me llevaba a laburar turnos enteros de noche, me dejaba en la cabina del Chancha 200, alguno que ya no saldría a volar y a mi me quedaba jugando en la cabina. Vuelos de instrucción, montones, no olvidarme de los traslados de alguna Chancha desde la plataforma hacía hangares, él a la izquierda, yo a la derecha, el tractor nos tiraba y el me decía “ No vayas a pisar los frenos… por favor Fer… ja ja ja…”.
Pluma en Boeing 757
Asados en la camaradería con pilotos que fueron glorias y a mi edad tal vez, no valoraba esos “asados”. El Comandante Tony “Tata” Medina y El Guille “Tanguito” Soriano, hoy ya jubilados le dijeron como consejo a mi Viejo: …”Si el Pibe quiere volar que empiece volando planeadores que le da mano al vuelo. Así lo hizo mi Viejo, me emancipó y en Albatros con 17 años empecé a volar con el Peri y Atilio Persano de instructores, son cosas que valoro hoy en día. ¿Cómo olvidar todo eso?… Se hizo callo en mí, fue él quien me hizo querer tanto y sentir lo que siento por los aviones en el mundo de la Aeronáutica, así que nada más que decirle: “Gracias Pluma, sos digno de admiración y ejemplo para no abandonar nunca lo que uno ama, se puede… gracias, te quiero mucho…Fer Berri, Villa luzuriaga, Mayo de 2009.
En este video Fer Berri hizo una INCREÍBLE recopilación fotográfica del paso de Pluma Roja por la empresa:
https://www.youtube.com/watch?v=Far47uKEOaI
Y otros videos en los cuales pueden escuchar al Pluma:
https://www.youtube.com/watch?v=anGpUmmMLX0
https://www.youtube.com/watch?v=qpFOXNOvatI
Agradezco a Fer Berri haberme dado la posibilidad de transmitirles esta historia, y desde ya a Pluma Roja por haber contribuido como lo hizo desde su lugar a la historia aerocomercial de nuestro país por medio siglo.
Excelente! no conocía semejante historia