La Empresa Argentina de Navegación Aérea anunció que puso en marcha por primera vez en el país el servicio de Gestión de Afluencia del Tránsito Aéreo (ATFM, por su sigla en inglés), en lo que representa un importante avance en cuestiones de eficiencia y seguridad del espacio aéreo.
El mismo empezó a estar en funcionamiento el pasado 21 de mayo, y según comentan desde EANA, ya ha demostrado «mejoras significativas en la circulación de los vuelos».
En el comunicado la empresa estatal, dependiente del Ministerio de Transporte, explicó cómo funciona el ATFM:
Desde una dependencia especialmente creada para el nuevo servicio, un operador ATFM ejerce sus nuevas funciones, destinadas primordialmente a incrementar la eficiencia de las operaciones aéreas y elevar la seguridad operacional. En esta primera etapa, el servicio se brinda en la Región de Información de Vuelo Ezeiza (FIR EZE).
Todo espacio aéreo –como por ejemplo el área terminal BAIRES- tiene una determinada capacidad, que se conoce y varía en función de múltiples factores. Por citar algunos de éstos: el número de sectores en los que está dividido dicho espacio aéreo; la meteorología del momento, el estado funcional de los equipos de comunicaciones, las radio-ayudas y los radares de vigilancia; el tipo de tránsito (según las prestaciones de las aeronaves), condiciones de ascenso, crucero y descenso, los factores humanos, la tecnología disponible y los tipos de procedimientos instrumentales en uso.
Si se prevé que la demanda de tránsito supere la capacidad establecida, pueden aplicarse distintas medidas para equilibrar la capacidad y la demanda, por ejemplo, establecer un índice de salida para los despegues. De esta forma se evitan las innecesarias prolongaciones de los vuelos y se reducen las esperas en el aire, el consumo de combustible y las emisiones atmosféricas. El pasado fin de semana largo de mayo, el servicio ATFM logró que no se registren demoras de 15 minutos o más.
El servicio ATFM está ubicado físicamente en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y se ejecuta en distintas etapas, evaluándose la situación del tránsito aéreo con mucha anticipación, a fin de poder tomar las medidas correspondientes:
– Varios días antes de la operación.
– Un día antes de la operación, con información actualizada de meteorología, estado de radio-ayudas entre otros.
– El día de la operación con la situación en tiempo real.
– Con posterioridad a la realización de la operación, retroalimentando la planificación y generando un ciclo de mejora continua.
– Diariamente se envía a la comunidad aeronáutica un Plan Diario con la planificación del día y un reporte con lo acontecido el día anterior mejorando continuamente la prestación del servicio.
Todo esto se efectúa aplicando un proceso de toma de decisiones en colaboración (CDM) con toda la comunidad aeronáutica.
En el servicio trabajan nueve personas que cubren turnos las 24 horas. Las mismas fueron capacitadas en Brasil. Por el momento está disponible solo en la FIR Ezeiza, la más congestionada del país, pero se irá ampliando la disponibilidad al resto.
«Tradicionalmente, la gestión del tránsito aéreo en el país se realizaba únicamente de forma ‘táctica’, a través de los supervisores de las dependencias de tránsito aéreo -quienes además debían realizar otras tareas- únicamente con los elementos disponibles en el corto plazo», comentaron.
“EANA trabaja a ritmo sostenido para producir los cambios deseados en los sistemas de navegación aérea del país, en beneficio de toda la comunidad aeronáutica. Apuntamos a elevar la seguridad operacional y la eficiencia de nuestro servicio, y estamos orgullosos de la puesta en marcha del ATFM, cumpliendo con nuestra premisa de innovar. Somos conscientes del papel primordial que desempeñamos en la Revolución de los Aviones impulsada por el Ministerio de Transporte y su aporte al progreso del país”, destacó Agustín Rodríguez Grellet, Presidente de EANA.
La empresa clasifica los beneficios de este sistema en Operacionales y para la sociedad.
Los primeros son:
1) Mayor seguridad del sistema de gestión del tránsito aéreo (ATM);
2) Mayor eficiencia operacional y previsibilidad del sistema mediante los procesos CDM;
3) Gestión eficaz de la capacidad y la demanda del sistema, mediante el análisis de los datos y la planificación;
4) Mayor conciencia situacional entre las partes interesadas y un desarrollo y ejecución coordinado y colaborativo de los planes operacionales;
5) Reducción del consumo de combustible y de los costos de explotación de las aeronaves; y
6) Gestión eficaz de las operaciones irregulares y mitigación eficaz de las limitaciones del sistema y consecuencias de los eventos imprevistos.
Y para la sociedad en general:
1) Mejor calidad de los viajes por avión;
2) Mayor desarrollo económico a través de servicios eficientes y rentables para los mayores niveles proyectados de tránsito aéreo;
3) Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la aviación;
4) Mitigación de los efectos adversos de eventos imprevistos y situaciones de capacidad reducida y la coordinación de soluciones eficaces y rápidas para recuperarse de ellos.