Boeing y Embraer anunciaron en la mañana de este lunes que han aprobado los términos de la «asociación estratégica» entre ambas compañías, días después de que el acuerdo haya sorteado un potencial freno en la justicia brasileña.
Como ya se había adelantado hace algunos meses, el nuevo joint venture, que abarcará los programas de aeronaves comerciales y sus servicios asociados, será en un 80% propiedad de Boeing, mientras que Embraer tendrá el 20% restante. La participación del fabricante estadounidense alcanza un valor de USD 4,2 mil millones.
El acuerdo debe pasar ahora por el gobierno brasileño (que en plena transición hacia la administración Bolsonaro puede ser una caja de sorpresas) y ser aprobado por el Consejo de Administración de Embraer. Luego de la ejecución de los documentos definitivos, será sometido a la aprobación de los accionistas, las autoridades regulatorias, y al cumplimiento de otras condiciones asociadas a este tipo de transacciones. Si todas las aprobaciones se van dando de la manera esperada, el acuerdo se cerraría hacia finales de 2019.
Boeing y Embraer también aprobaron los términos de otro joint venture para promover y desarrollar nuevos mercados para su avión multimisión KC-390, del cual Embraer tendrá un 51% y Boeing el restante 49%.
También se ha vuelto a destacar que el joint venture del sector aerocomercial estará liderado por ejecutivos brasileños, incluyendo al presidente y al CEO. Boeing tendrá el control operacional y de gestión de la nueva empresa, que reportará directamente a Dennis Muilenburg, presidente y CEO de Boeing, mientras que Embraer mantendrá derechos de aprobación sobre algunas decisiones estratégicas, como, aclararon, la «transferencia de operaciones desde Brasil».
«Gracias a las más de dos décadas de trabajo conjunto Boeing y Embraer se conocen muy bien, y el respeto que tenemos por el otro y el valor que vemos en esta asociación se ha visto incrementado desde que la anunciamos a principios de año», destacó Muilenburg.
Por su parte, Paulo Cesar de Souza e Silva, presidente y CEO de Embraer, agregó: «Tenemos confianza de que este acuerdo sumará un gran valor a Brasil y a su industria aeroespacial. La alianza refuerza la posición de ambas compañías en el mercado global, y está alineada con nuestra estrategia de crecimiento sustentable a largo plazo».
La sociedad entre ambas empresas es otro paso natural más en el proceso de consolidación que la industria aeroespacial ha venido viviendo en las últimas décadas, y sólo era cuestión de tiempo para que se materialice. Tiempo que se vio acelerado cuando Airbus y Bombardier anunciaron un acuerdo de características similares que precisamente entró en vigencia el pasado 1 de julio.
Con la entrada de las aeronaves comerciales de Embraer al portfolio de Boeing, el fabricante estadounidense podrá cubrir el segmento de entre 70 y 150 asientos, a futuro apenas alcanzado en el escalón superior, y con poco éxito, por el 737 MAX 7. Por el lado de la compañía brasileña, los E-Jets E2, la segunda generación de su línea de jets de pasillo único de mayor porte, tampoco ha resultado en un boom de ventas, acumulando la mitad de pedidos en firme que su competidor directo, los ahora Airbus A220.