Si bien se especuló -en algunos casos, con un poco de rosca en exceso- sobre el futuro de Norwegian Air Shuttle, la realidad de la compañía no es tan crítica como se pintaba en las últimas semanas de 2018. Sin embargo, no quita que no haya medidas antipáticas para tomar.
A partir de febrero, va a cerrar las bases europeas de Palma de Mallorca, Gran Canaria, Tenerife y Roma; y las de Stewart y Providence en los Estados Unidos. La base del Dreamliner de Fiumicino no va a sufrir cambios. La idea es revisar en profundidad la programación de su flota de 737 (tanto NG como MAX). Aparentemente el centro de la revisión es la posición en España, donde Norwegian tiene varias bases y oficinas corporativas en Madrid y Barcelona.
En cuanto a pilotos y tripulantes, Norwegian sostiene que la idea es garantizar el menor impacto posible, bien sea mediante su traspaso a la operación long-haul (con el 787), un cambio de base o asistencia en la reubicación. «La decisión sobre la revisión de las rutas ya ha sido comunicada a todos los sindicatos de Norwegian y ya hemos iniciado un diálogo. Tenemos el objetivo claro de evitar bajas y ofreceremos traslados de los tripulantes afectados a nuestras bases en Oslo, Estocolmo y Madrid, o a nuestra creciente red de larga distancia operada con el Dreamliner», dijo Helga Bollmann Leknes, de Norwegian Air Resources, que agregó: «Norwegian tiene que hacer estos ajustes necesarios en su oferta de rutas para mejorar su sostenibilidad y rendimiento financiero en medio de este entorno tan competitivo».
En relación con las rutas, no se verían afectadas salvo algún recorte puntual (Tenerife-Roma), pero todo apunta a que lo que sí tendrá reducción es la cantidad de asientos ofrecidos: menos vuelos, menores costos. Aún así, Norwegian vuela más de 120 rutas desde España.
Llegará esta ola de ajuste a la creciente Norwegian Argentina? Difícil saberlo. Una ventaja que ofrece la coyuntura local es el bajo costo en euros que representa la operatoria acá, por lo que creo que no habrá grandes modificaciones para NAA. De todos modos, depende de una buena serie de variables. Además, en el momento particular del mercado de cabotaje Argentino, me da la sensación que no es momento de retirar las fichas.