Adiós Fortalezas: Crónica de la despedida del IA-58 Pucará

Llegamos al gran día. 6 de Octubre, citados a las 07:45Hs, cumplimos, y en la puerta de la III Brigada estuvimos aguardando que los Organizadores dieran el visto bueno para ingresar a lo que sería una fiesta más, o según como se mire, una jornada triste más, una despedida, de las que dejan sabor amargo como cuando se despide un amigo que no se volverá a ver. 

Dio comienzo así una jornada de tono familiar, compinche, cercano y cálido, como es el espíritu de nuestra Fuerza Aérea Argentina, la gente comenzaba a estacionar sus vehículos en las márgenes de la ruta que da a la entrada de la Brigada.

Algunos con reposeras, algunos con provisiones de alimentos para pasar todo el día, pero todos con la alegría de estar, de acompañar una vez más al plantel humano que en esta oportunidad, diría adiós a otro sistema de armas. 

La plataforma de la Brigada comenzaba a cobijar a todos los que se acercaron al evento, 
recibiéndolos con ejemplares de los sistemas de armas Tucano, Bell 412, Pucara, Mi 171 y mas tarde se sumaria el C-130 Hércules, que fue invadido masivamente para conocer su interior, gracias a la generosidad y amabilidad del personal de la I Brigada Aerea del Palomar. 

La Jornada comenzó con demostraciones de Embraer Tucano, continuo durante toda la mañana con salidas intermitentes del IA-58 A-568 con el camuflaje de tonos verdes, luego se sumaría un Texan II E-307 proveniente de la Escuela de Aviacion, el LearJet T-22 y daría inicio cerca de las 10Hs la demostración del Pampa III de la VI Brigada de Tandil en cuyos mandos se encontraba un experimentado piloto de Mirage, que literalmente hizo «hablar» al entrañable IA-63.  

Poco antes del mediodía, arribaba el KC-130 para sumarse al resto de las unidades presentes,protagonizando pasajes con virajes y maniobras que como siempre, por la magnitud de esta aeronave, asombran una y otra vez. Su arribo a la plataforma constituyó un espectáculo que obligó a a reacomodar los espacios donde se ubicaba la gente y que por consiguiente, logro que se viese aún más de cerca la operación de este gigante adorado por todos. 

Con el correr de las horas, se incrementaba la ansiedad, dado que estaba confirmada la presencia de los Halcones de la V Brigada Aérea de Reynolds para formar parte de esta despedida, y a las 15:15Hs aparecieron sobre el espacio aéreo para realizar su magnifica rutina comprendida de pasajes rasantes y de alta velocidad. 

Cerca de las 16:30Hs, tanto el Texan de la EAM como el Pampa de la VI Brigada de Tandil, volvían a sus bases, no sin antes realizar unos últimos pasajes para deleite del publico que previo al gran momento que tendría la Jornada, pudieron apreciar la Operación de Búsqueda y Rescate, donde se simulaba un piloto caído en combate, con la participación de aviones Tucano para el patrullaje de la zona, mas la asistencia del Bell 412 de la VII Brigada Aérea para la extracción del aviador que se encontraba en peligro. 

Ya para las 17:50Hs, el KC-130 TC-70 iniciaba su puesta en marcha y junto con el LearJet emprendían el regreso a sus bases, con lo que se anticipaba el momento esperado por toda la multitud; el ocaso del atardecer, le puso un marco más nostálgico y triste aun a la penumbra de este adiós que nadie quería dar, despegaron 3 IA-58 para iniciar la rutina final, siendo los aviones A-568, A-582 y A-585 los encargados de recibir la calidez del publico ante cada uno de sus pasajes, con rutinas de formaciones de ataque, en velocidad, o configurados para aterrizar, deleitaron a todos los que se quedaron hasta ultimo momento, con los últimos rayos del sol, para despedirlos. 

Termino así, una era del IA-58 dentro de la Fuerza Aérea Argentina, constituido como aeronave de ataque, tendrá ahora su renacer en la figura del “Fénix” para cumplir su nuevo rol de Observación, equipado con motores nuevos y una plataforma compuesta por tecnología de última generación, que busca extender la vida de esta leyenda por al menos 15 o 20 años.