La Revolución no será televisada

A veces los símbolos son suficientemente fuertes para relevar la necesidad de mayores argumentos. Tal vez hoy, último día efectivo de la Revolución de los Aviones, ese símbolo sea ineludible: Esta madrugada el primero de los últimos dos Airbus A340-300 de Aerolíneas Argentinas quedó de hecho desprogramado del servicio activo. 

No sería una mala noticia si no tuviera un correlato muy amargo: no hay reemplazo. No hubo estrategia de renovación de flota internacional, y aún en un contexto en el que el cuatrimotor como equipo va quedando desfasado y ofrece pocas ventajas competitivas la falta de una planificación a corto, mediano y largo plazo termina significando que hay una capacidad que se pierde. 

Como telón del proyecto Revolución de los Aviones, termina siendo una imagen casi perfecta del despegue, apogeo y caída de una estrategia gubernamental que nació con el objetivo de duplicar el tráfico aéreo en cuatro años. Y si bien es innegable que el número de pasajeros subió, las dudas se centran en qué implicó el aumento de pasajeros en el sistema aerocomercial nacional. Es decir, cuál fue el costo de implementar a cualquier costo el bajo costo. 

Es sabido que cuando no podemos, sabemos o queremos medir lo importante, hacemos que aquello que podemos, sabemos o queremos medir se vuelva importante. Y nos detuvimos a medir pasajeros totales, año contra año y contra 2015, sin mirar la sustentabilidad del sistema. Y si a una apertura dejada a libre albedrío del mercado -porque cuando el regulador intervino fue para facilitar tal voluntad- le sumamos un contexto económico negativo, agregamos fuerzas contrapuestas e irreconciliables. Cuando el capital era el vector, y de pronto no convino seguir poniendo capital, aquello que tenía debilidades tuvo grietas. Y aquello que tenía grietas, no tuvo otro camino que romperse. 

Le pasó a Avianca, que en un principio era el supuesto caballo del comisario, aquella empresa que contaba con la banca de vaya a saber qué contubernios. Último bastión de una expansión continental que tenía más pinta de hinchazón que de crecimiento, el experimento de Synergy se hundió entre transfugueadas propias y contextos ajenos. 

Le pasó al resto, que tenía planes ambiciosos de instalarse o de crecer y se terminó encontrando con un contexto en el que perder poco y sobrevivir se convirtió en el día a día. Le pasó a un gigante global que también fue víctima de su propia expansión, y que cuando cambió el director decidió velozmente bajar un par de pulgares. Y en esa bajada de pulgares cayó Norwegian Argentina. 

En el medio quedó Palomar, Flybondi, el interchange, las licencias automáticas, aprobaciones express de trámites que llevan meses, la inversión en los aeropuertos y en los sistemas de navegación, el rediseño del terminal Baires, proyectos de modernización de la infraestructura y demás medidas. Descoordinadas, metidas en una bolsa de necesidades y que por momentos se fueron sacando de a una para ejecutar, y en otro momento se sacaron todas juntas para que nadie sepa por dónde arrancar. Tal vez la falla sistémica de la Revolución de los Aviones haya estado en el cúmulo de intenciones que se impulsaron desde los organismos del estado y que no tuvieron dirección, prioridad o al menos un sentido práctico de ejecución.

Se acercaron 30 soluciones infalibles en un sombrero y había que aplicarlas. No importó el contexto, no importaron las particularidades del sistema aerocomercial existente. No importó que la economía del país donde estaban queriendo saltarse dos generaciones en cuatro años estallara por los aires. De aquel mercado marcadamente estatista y super regulado a un laissez faire vertiginoso. Porque dale que va. 

Aún así, muchas de las iniciativas de la RDA perdurarán en el tiempo. Hay una parte de este período que parece irreversible. Hay nuevos actores y las realidades de los mismos no son idénticas. Ni entre sí, ni con la autoridad aeronáutica que las regulará. Será cuestión de ver quién toma las riendas y qué perfil le dará a su gestión. Cuál será la política aerocomercial de los años que vienen. Tal vez la pregunta se resuma en cuál será el objetivo de la misma: si facilitar la sustentabilidad de los actores que están o si avanzar sobre un modelo global que llegó para quedarse. Creo que no hay tanto margen sobre lo segundo. Creo que la nueva gestión deberá trabajar en el fino equilibrio de legacy versus low-cost. Es una disputa que tarde o temprano iba a llegar, pero que aquí ya es hecho consumado. La música ya suena, y habrá que bailar. 

En ese equilibrio también estará Aerolíneas, que deberá por fin definir un rumbo y trazar un camino para lograrlo. Entre idas y vueltas, factores internos, factores externos y una tonelada de indefiniciones, estos cuatro años de la línea aérea se parecieron más a un limbo en el que se vio atada de pies y manos por la falta de una dirección que fuera más allá de la simple reducción del déficit. Se redujo, y eso es un objetivo cumplido pero que cae en el mismo problema de los pasajeros transportados: hay muchas variables más que la cuenta de los aportes del tesoro si eventualmente se quiere dejar de perder plata en AR. Se fue por la más fácilmente medible. No se atacó lo importante. 

La danza de nombres todavía no permite sentar gente en sillas. Vendrán en los próximos días, y seguramente algunos nombres generen mayor aprobación que otros. A veces, lo más complicado de pedir y de obtener es en teoría lo más simple. No escaparemos a esa contradicción. En los años que seguirán a la Revolución de los Aviones, tal vez lo que más haga falta desde el estado nacional sea un plan coherente. Y ejecutarlo. Con gente idónea, que ponga en primer lugar seguridad y previsibilidad.

Con un plan para Aerolíneas que sea coherente con los objetivos que se le impongan. Si la prioridad será la austeridad, bueno. Que sea. Y que seamos claros y precisos en lo que ello implica. Y si lo que viene es crecimiento, bueno, que sea. Y que también seamos claros en los costos. Los económicos y los otros. Lo que no puede seguir pasando es el doble estándar. 

La Revolución de los Aviones termina como tal en un arco de agua de despedida y una madeja parecida a las luces del arbolito. Ojalá no lleve cuatro años desarmar la galleta.

 

PD: Si no se entiende la referencia del título:

 

 

 

24 comentarios en «La Revolución no será televisada»

  1. postPaso con los resultados cambiaron las cosas. Estaba todo para seguir creciendo y con la base para SOLIDIFICAR todo.

    Agua y ajo. Este país es así, está condenado al atraso y al fracaso constante. Se podrán enojar, patalear, trollearme, lo que quieran. Pero así son las cosas.

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    • No es cuestión de entrar en polémicas, pero tenés en la página el archivo de los últimos años dónde critiqué consistentemente los aspectos negativos de la RDA.
      Ahí arriba a la derecha tenés el botón Buscar.
      Como en todo,hubo cosas positivas y otras que no tanto. Y eso es lo bueno de no tener anteojeras ideológicas. Desde lo técnico, hubo aciertos y errores. Lo que faltó es una dirección estratégica y cintura política.
      La cuestión política que cruza la cuestión al medio, será bueno que la analice a fondo un politólogo. Pero yo no soy.
      Saludos,
      Diazpez.

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      • Pablo coincido, y lamentablemente todo está atravesado por una cuestión política partidaria, q no sirve nada lo q no es de mi partido y no es así, hay q ser objetivo y ver lo bueno y lo malo tmbn xq de eso se aprende. Nunca tuvimos políticas de estado, y siempre estamos empezando. No me interesa haber descubierto o no nada, es solo una opinión, y subjetiva.

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    • Jajaja…pensé lo mismo. No conozco al autor del blog y me gusta el contenido. Pero me pareció raro hacer un análisis de la RDA una vez q finalizó la gestión. Creo no haber encontrado crítica alguna en algún tiempo bien largo.

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  2. Planificación y seriedad es lo q nos falta a nivel país, amén de eso cualquier plan los sindicatos alegando cualquier cosa….según la ocasión te tiran abajo….casi siempre x el hecho de q pierden terreno, no quieren aggiornarse y los tiempos son dinámicos

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    • La verdad es que no descubriste la pólvora, de que planificación hablas si luego votamos a un inepto que sólo vino a hacer sus negocios y le importó NADA EL PAIS Y LA GENTE, si nosotros no somos coherentes y sólo nos informamos mirando TN o leyendo Clarín así nos va ir como País, y no se si están afiliados en tu sindicato ,pero de no ser por algún gremio Hoy no tendríamos los Argentinos UNA LINEA AÉREA DE BANDERA AL SERVICIO DEL INTERÉS NACIONAL…

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  3. Matias, nos tenés podridos con tus comentarios estúpidos. No nos interesa tu opinión desde ahí.
    Si hay alguien que es coherente y tiene una gran pluma es diazpez. El y sirchandler o incluso Edgardo con el que muchas veces no coincido, se manejan con información.

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    • el plural ese? jaja hablá por vos, no en nombre de los demás, dale? No los leas y listo. Se que te gusta la censura y callar al que no opina como vos, pero eso en democracia no va, quizá en Venezuela y Cuba sí, mañana viene Diaz Canel podés ir a saludarlo, seguro ahí te sentis mas comodo. Y gracias por lo de «comentarios estúpidos», me terminás dando la razón en lo que digo. Tu intolerancia y fascismo es evidente. En lo que escribo, NO MIENTO, son datos reales no opiniones personales mías, después que se ofendan o les duela no es problema mio. Háganse cargo de lo que apoyan !

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  4. Exclenta nota Pablo. Me encanta cómo escribís. Creo que en estos 4 años que se avanzaron en temas que estábamos muy atrasados y como amantes de la aeronáutica muchos nos podemos haber esperanzado. Pero sin una adecuada planificación y con el desastre que hicieron con el bolsillo de la gente, no puede haber un progreso real y a largo plazo. Veremos qué pasa!

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  5. Excelente nota Pablo. Me encanta cómo escribís. Creo que en estos 4 años que se avanzaron en temas que estábamos muy atrasados y como amantes de la aeronáutica muchos nos podemos haber esperanzado. Pero sin una adecuada planificación y con el desastre que hicieron con el bolsillo de la gente, no puede haber un progreso real y a largo plazo. Veremos qué pasa!

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  6. Estimados Luis y Matías! Se los digo de onda…Terminen de una buena vez con hacer política en este sitio y déjen tranquilos a los que seguimos la pasión aeronáutica. Hay otros lugares donde polemizar sobre política pero este no es el ámbito. Gracias…

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    • claro, porque el artículo no era político no? jaja Estás en tu derecho a estar de acuerdo con lo que lees, pero que yo no lo esté, no me convierte en «hacer política». Y por otro lado, yo digo datos reales, duros, hechos, no chamuyo. Como ya dije arriba, si se ofenden, no es problema mío. Háganse cargo chicos !

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      • Haganse cargo de lo q no hicieron uds también, la vara siempre la misma o tenés memoria selectiva? Ar la dejaron vacía y deficitaria x demás, nada hicieron ni un vor o baliza cambiaron 12 años muchachos q mala memoria, solo se ocuparon de capitalizar ar con militancia y pelear con cuánto progreso arribe, no es ser inepto eso???? No quería entrar en esta polémica pero siempre rompen con lo mismo… perdón Pablo pero estas cosas te sacan

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  7. Cuando inicie la lectura de la nota pense que habian invitado a escribir a Cirielli o a Biro.
    En fin, la verdad se nota un cambio en la linea editorial.
    Criticable o no sera cuestión de quien escribe, notarlo
    Lo que si llama la atención que nadie comente como el mercado aerocomercial se esta asociando.
    Casos Latam y Gol en Sudamérica son notorios.
    Pienso, alguien piensa que a futuro Aerolíneas es viable sin generar sinergias con otras empresas?
    Suena muy iluso.
    La otra pregunta que se desprende de esto….
    Porque sera que nadie la tiene en cuenta?
    Creo que no hay que ser muy inteligente para deducirlo.
    En fin el tiempo dirá.
    Mientras tanto, seguimos manteniendo una empresa con nuestros impuestos.

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  8. Matias, me parece que tu lugar para ir a llorar o arengar al 40% es en La Nación Online, esto no es foro o portal para leer las estupideces sin sentido y con odio que decís. Se te nota molesto por cómo escribís, pero lamentablemente para vos la mayoría no opina como vos.

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  9. Todo acto es político, y con la bandera de la revolución de los aviones como caballito de batalla del gobierno saliente los temas aeronáuticos se politizaron mucho más. Lamentablemente todo el tiempo estuvieron comparándose en un antes y después de 2015. Ahora el desafío será continuar un desarrollo aero comercial conservando lo que se hizo bien y cambiando lo que se hizo mal.

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  10. Coincido en que se siente (y el sentir siempre es personal) un cambio con respecto a anteriores notas editoriales que leí en este sitio. Sin embargo, varios son los que hemos modificado nuestra opinión sobre la «Revolución de los aviones», muchos desde la positiva expectativa a la decepción. Como argentino que vive en Bahía Blanca, hace rato que sentimos que quedamos al margen de la revolución de los aviones. En estos cuatro años perdimos a una aerolínea tradicional, sólo tuvimos un breve período de poder viajar con una low cost y hoy hay un monopolio aéreo en la ciudad; siendo, además, el pasaje Bs. As.-Bahía Blanca de los más caros en el país. En fin, como todo ha ido variando en mi ciudad, también pueden cambiar las percepciones y mientras sean de manera fundada, como en esta editorial, creo que aportan a tener una mirada crítica. Muy buena nota!

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    • Esa ruta ya la había abandonado latam x no ser rentable, luego aposto flybondi pero con el mismo resultado, al final la ocupación era muy mala, había vuelos con el 30% y eso ninguna línea aerea puede soportar. Al no haber en el mercado turbo hélice ni aeronaves de menor porte q cubran esas rutas se hace inviable. Los atr de Avianca eran ideales. Eso no tiene nada q ver con el tema en cuestión de la nota.

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