737 MAX: Boeing estima que no volará hasta mitad de año

Todo parece indicar que a partir de la asunción de David Calhoun como CEO de Boeing en reemplazo de Dennis Muillenburg, la principal preocupación de la compañía tiene una fecha demasiado próxima: 29 de Enero. 

Ese día la compañía deberá dar a conocer sus resultados financieros, y no hace falta demasiada astucia para suponer que van a ser terribles. Teniendo eso en cuenta, antes de largar la bomba a los accionistas en una semana, hay que limpiar el panorama cuanto antes, y minimizar -cosa casi imposible- el efecto MAX. 

Esa es la razón por la que Boeing anunció hoy que no espera que el 737 MAX vuelva a volar antes de mitad de año. Esto implica que los operadores que esperan reincorporar el modelo se van a pasar gran parte del verano boreal sin recibirlos. 

Si bien los operadores principales del modelo en USA ya habían decidido sacarlo de la programación hasta junio, esto corre todavía más los plazos y prácticamente los obliga a buscar capacidad adicional en wet-lessors, que le van a cobrar cualquier barbaridad. En algún lugar de Portugal, Paulo Mirpuri mira los pedidos de alquiler de la flota de HiFly y se refriega las manos. 

En qué se traduce este anuncio? En que la provisión de pérdidas de la compañía deberá incorporar al menos 3 meses más de compensaciones a los clientes por la demora en la recertificación y retorno al servicio, a lo que habrá que sumarle también las penalizaciones por el entrenamiento adicional que deberán recibir las tripulaciones y que Boeing había prometido a pie juntillas que no era necesario. 

Por qué lo anuncia? Dos factores. El primero: está obligada, ya que debe proveer a sus accionistas una fecha estimada, y también la necesitan sus operadores. Es época de presentar resultados para más de una aerolínea, y estuvieron reclamando por algún tipo de plazo medianamente alcanzable para poder calcular el impacto económico. 

Por otro lado, hay una vueltita: más de un analista dice que, después de meses y meses de quedarse cortos, es la primera vez que el plazo parece excesivo o, al menos «conservador». La trampa está en que si realmente vuelve a mitad de año, estará dentro de lo proyectado. Pero si vuelve antes, habrá montos de compensaciones que no se van a pagar, lo que puede verse en una presentación de balances posterior como un resultado positivo. 

“Devolver el MAX de manera segura al servicio es nuestra prioridad número uno, y estamos seguros de que sucederá. Reconocemos y lamentamos las continuas dificultades que la puesta a tierra del 737 MAX ha presentado a nuestros clientes, nuestros reguladores, nuestros proveedores y el público en general ”, dijo Boeing.

 

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