Hace unos días se conoció que Flybe, operador regional del Reino Unido, acordó con el gobierno una exención temporal del pago del Airline Passenger Duty, lo que le da un respiro económico mientras los nuevos accionistas (un consorcio formado por Delta y Virgin, entre otros) toman el control.
Pero claro, esta dispensa genera rispideces en otros operadores: y Michael O’ Leary, CEO de Ryanair, es el primero en salir abiertamente a quejarse.
O’ Leary dice en una carta al canciller del Reino Unido, Sajid Javid, que el Reino Unido incumplirá las leyes de competencia y de ayuda estatal a menos que extienda la exención del APD que le prometió a Flybe al resto de los operadores de vuelos domésticos: Ryanair, EasyJet y British Airways.
Ryanair atribuye los problemas financieros de Flybe a la mala gestión y a un modelo de negocio insostenible que ha resultado en repetidas crisis en el operador regional durante las últimas dos décadas. Ryanair afirma que otras aerolíneas pueden operar rutas domésticas del Reino Unido de manera rentable.
O’Leary sostiene que «este rescate gubernamental de Flybe, propiedad de multimillonarios, infringe las leyes de competencia y de ayuda estatal».
Rechazando la sugerencia de la secretaria de negocios del Reino Unido, Andrea Leadsom, de que Flybe es un negocio viable, escribe: “La razón por la cual Flybe no es viable es porque no puede competir con los servicios low cost de los aeropuertos regionales del Reino Unido en rutas nacionales y de la UE provistas por Ryanair , EasyJet y BA; y no puede competir con alternativas de transporte automotor y trenes en muchas rutas nacionales más chicas del país».
«Si Flybe va a la quiebra… entonces Ryanair, EasyJet, BA y otros intervendrán y proporcionarán vuelos con tarifas más bajas desde los aeropuertos regionales del Reino Unido. Ya estamos supliendo los servicios que quedaron sin atender por la caída de Thomas Cook. Será una más que deberemos cubrir».
El gobierno se comprometió a proporcionar a Flybe un préstamo de alrededor de 100 millones de libras (130 millones de dólares) y un aplazamiento del pago de APD de 106 millones de libras adicionales. La situación de Flybe y el APD también está generando una necesidad de revisar la escala impositiva de la aviación en el Reino Unido.
IAG presentó una queja ante la Unión Europea alegando que el rescate contraviene las reglas de ayuda estatal, mientras que EasyJet argumentó que el efectivo de los contribuyentes no debe usarse para rescatar a compañías individuales.