En línea con los importantes recortes que están llevando adelante las principales aerolíneas del mundo por causa del coronavirus (COVID-19), Qantas Group anunció una serie de medidas que implicarán reducir hasta un 25% su capacidad durante los próximos seis meses.
Los mayores ajustes tendrán lugar en Asia (-31% en comparación con el mismo período del año pasado), Estados Unidos (-19%), Reino Unido (-17%) y rutas transtrasmánicas (-10%)
La aproximación del grupo australiano, explicaron, se basa en no levantar rutas sino pasar a operarlas con aeronaves más pequeñas. Esto implicará dejar en tierra a ocho de sus Airbus A380. Considerando que otros dos están bajo tareas de mantenimiento mayor y renovación de cabina, sólo dos aeronaves de ese modelo seguirán volando hasta septiembre.
Algunas de las principales variaciones en su red son posponer el inicio de su nueva ruta entre Brisbane y Chicago (del 15 de abril a mediados de septiembre); pasar a operar Sydney-Tokio/Haneda con A330 en lugar de B747; la suspensión de la ruta Melbourne – San Francisco desde abril; reemplazo del A380 por B787 en las ruta Sydney – Dallas y Melbourne – Dallas; y posponer el retiro del B747 en la ruta Sydney – Santiago (de junio a agosto).
Los ajustes realizados son equivalentes a dejar en tierra 38 aviones de Qantas y Jetstar.
Otras medidas de gran valor simbólico son la eliminación de los bonos para puestos gerenciales, la renuncia a sus salarios y honorarios por parte del CEO y Presidente, la reducción de un 30% en los honorarios de los miembros de la junta directiva, y de un 30% en los salarios de los puesto gerenciales. También quedarán congeladas las incorporaciones de nuevo personal y consultorías, y se le solicitará a los empleados tomar vacaciones pagadas o no pagadas.
Desde Qantas destacaron que la crisis del Coronavirus los encuentra en una posición financiera saludable, con niveles de deuda bajos y más de USD 1,9 mil millones en caja.
«Durante la última quincena hemos notado una fuerte caída en las reservas de nuestra red internacional relacionada a la expansión global del coronavirus. Esperamos que la baja demanda continúe por varios meses, por lo que antes que dar pequeños pasos hemos decidido reducir la capacidad hasta mediados de septiembre. Eso mejora nuestra capacidad de ajustar costos y darle más certeza al mercado, los clientes y nuestro equipo», señaló Alan Joyce, CEO de Qantas Group.
«Es difícil predecir cuánto perdurará esta situación, y esa es la razón por la que nos estamos moviendo para asegurarnos una buena posición. Sabemos que esto pasará y estaremos bien posicionados para aprovechar las oportunidades que surjan cuando ello ocurra», concluyó.
