El fin del acuerdo Boeing – Embraer: No soy yo, sos vos

Al final, se cumplió el plazo y aquello que temíamos sucedió: Boeing anunció esta mañana que se retira de las negociaciones para formar el Joint Venture que le permitiría tener el 80% de control sobre Embraer Commercial y su serie E2.

En el comunicado, Boeing dice que da por terminado el Master Transaction Agreement (MTA) porque a la fecha de expiración del mismo Embraer no satisfizo las condiciones necesarias para seguir adelante. El fabricante norteamericano indica que, ante la situación, decidió hacer uso del derecho a terminar el acuerdo.

Marc Allen, Presidente del programa de alianza con Embraer, dijo que «Boeing trabajó diligentemente durante más de dos años para completar esta transacción con Embraer. En los últimos meses, tuvimos reuniones productivas pero no exitosas sobre algunas condiciones del MTA que no fueron satisfechas. Es profundamente decepcionante, pero llegamos a un punto en el que la continuidad de las negociaciones bajo el marco del acuerdo no iba a resolver los problemas existentes.»

La alianza tenía aprobaciones de casi todas las autoridades regulatorias necesarias, pero faltaba una importante: la de la Unión Europea. Sin embargo, la demora de la Comisión Europea se conocía desde hace meses, por lo que sería raro que el detonante del fracaso del joint venture sea éste.

Por otro lado, Embraer no se quedó callado y acusa a Boeing de cancelar el acuerdo ilícitamente. En un comunicado, indica que recibió la nota de finalización del MTA y «cree fuertemente» que Boeing «fabricó acusaciones falsas como un pretexto que busca evitar sus compromisos de cerrar la transacción y pagarle a Embraer el precio convenido de 4.200 millones de dólares.»

La nota continúa diciendo: «Creemos que Boeing inició un patrón sistemático de demoras y violaciones repetidas del acuerdo, debido a la falta de voluntad para completar la transacción, a la luz de su propia condición financiera y de los problemas de negocio y de reputación derivados del 737 MAX y otros.»

«Embraer cree que está en total cumplimiento de sus obligaciones derivadas del MTA y que satisfizo todas las condiciones requeridas a la fecha de terminación del acuerdo.» Por tanto, «Embraer demandará a Boeing todas las reparaciones por los daños resultantes de la terminación ilícita y la violación del MTA.»

«Nuestros empleados seguirán proveyendo orgullosamente a nuestros clientes los productos de alta calidad y los servicios que ellos necesitan de Embraer todos los días. Nuestra historia de más de 50 años tiene muchas victorias y también algunos momentos difíciles. Todos ellos fueron superados, y es exactamente lo que vamos a volver a hacer. Superar estos desafíos con fuerza y determinación.»

La cancelación del acuerdo sobre Embraer Commercial no tiene efecto sobre el segundo MTA firmado por las compañías sobre el transporte táctico C-390 Millennium, que recibirá apoyo de la fuerza de ventas de Boeing Defense para posicionarlo en un mercado dominado por el Lockheed C-130 y con el Airbus A-400M como competidor directo.

Boeing se retira del acuerdo y uno tiende a pensar que el sabor de la oportunidad perdida es más amargo para Embraer. El fabricante Brasileño queda solo en un momento en el que la demanda de aviones nuevos es cercana a cero.

Por otro lado, Boeing se pierde la posibilidad de acceder a un recurso escaso y económico: el departamento de Ingeniería de Embraer, que hubiera sido clave en la creación de nuevos productos -entre los que podríamos mencionar un 797 y el FSA, reemplazo del 737 NG / MAX, pero que en este momento tiene prioridad cero. No hay ni margen ni plata para nuevos desarrollos. Arreglar lo que hay y ver cómo pasar estos años.

El noviazgo entre Boeing y Embraer Commercial nació en un momento de la industria que parece increíblemente lejano. Termina en un contexto completamente distinto, en el que Boeing elige una salida medianamente elegante -faltará comprobar si es cierta o legal- para abstenerse de pagar 4200 millones en algo que no va a usar. Embraer sabe que queda debilitada, porque reformuló toda su estructura para hacer esta operación. Como en una relación que termina mal, habrá mil acusaciones cruzadas y pocas chances tenemos de saber quién tiene razón. En un punto, es lo menos importante. Ahora cada parte deberá lidiar con lo que le toca y ver si en un futuro, los caminos se vuelven a cruzar.

5 comentarios en «El fin del acuerdo Boeing – Embraer: No soy yo, sos vos»

  1. Dear Mr. Pez
    Dará esto alguna posibilidad de que Fadea y embraer tengan la posibilidad de un mínimo acuerdo? Las dos empresas están bancadas x sus gobiernos, algún día AR tendrá que renovar su flota regional, no sé, digo, ¿Y si pudieran fabricarse, qué sé yo, alas de 190 en Córdoba?
    Sueños que me gustaría que pasen…

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  2. Pensar que los brasileros vinieron a Córdoba a estudiar como armar aviones! Ahora ellos fabrican y nosotros los miramos desde abajo!!!

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