Parece que hubiera pasado hace diez años, pero en 2019 las aerolíneas presionaban a los fabricantes para que se pongan al día con las entregas. Hoy, en el medio de una pandemia que partió al medio la industria aeronáutica, los fabricantes presionan a las aerolíneas para que reciban los aviones construidos.
En ese sentido, Airbus señaló que demandará a las aerolíneas que se niegan a cumplir los contratos ante la crisis del coronavirus. La advertencia la hace nada menos que Guillaume Faury, CEO del fabricante.
Airbus anunció entregas en mayo muy por debajo de lo normal: 24 aviones. Los fabricantes de aviones y los lessors recibieron una catarata de solicitudes de las aerolíneas para retrasar las entregas debido a la caída en la demanda y el excedente de capacidad resultante de la misma.
La compañía envió docenas de avisos de incumplimiento a las aerolíneas en un paso que puede conducir a demandas judiciales, una movida que seguramente lastimará las relaciones entre las partes.
Faury dijo que algunas aerolíneas, que no identificó, se habían negado a atender llamadas en el punto álgido de la crisis, pero que esperaba un compromiso. «Espero que siga siendo la excepción porque siempre tratamos de encontrar una ruta diferente a ir a la corte», dijo Faury.
«Pero si las aerolíneas no tienen otra opción que incumplir completamente y no elevan una propuesta alternativa, o no están dispuestos a hacerlo, entonces vamos a ir a juicio.»
Algunas aerolíneas manifestaron su enojo en privado. Pero Akbar Al Baker, CEO de Qatar Airways, advirtió esta semana a Airbus y Boeing que difieran las entregas o se enfrenten a una pérdida de futuros negocios, sin decir si recibió alguna notificación formal.
Los avisos de incumplimiento o las advertencias formales son más comunes que los casos judiciales en la aviación, pero generalmente se emiten con moderación, en parte porque pueden desencadenar pactos en los contratos de financiación.
En una señal deliberada al mercado de la aviación el mes pasado, Airbus colocó inusualmente seis aviones originalmente destinados a AirAsia, que comunicó la imposibilidad de recibir nuevos aviones. Sin embargo, diversas fuentes confirman no se encontró ningún comprador.