El mercado aerocomercial argentino, en animación suspendida desde fines de marzo como consecuencia de la pandemia del nuevo Coronavirus, volvió a presentar cifras sin precedentes en junio.
En total se movilizaron apenas 13.886 pasajeros, de los cuales 3.701 lo hicieron en vuelos domésticos y 10.185 en vuelos internacionales, de acuerdo a información surgida del reporte mensual preliminar elaborado por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
De esta manera junio se transformó en el peor mes desde el inicio de la crisis sanitaria luego del importante repunte que hubo en mayo (casi 23 mil pasajeros), principalmente debido al flujo de vuelos de repatriación que alcanzó su pico y se mantuvo hasta mediados del mes pasado.
Aerolíneas Argentinas transportó 2.601 pasajeros en junio (promediando una ocupación del 43%). JetSMART movilizó apenas 22 pasajeros en un vuelo chárter contratado por una pesquera, mientras que el resto de las compañías no registraron ningún tipo de movimiento (aunque esta es información preliminar). Hay además 1.078 pasajeros que se reparten entre los vuelos chárter para personal de las petroleras y mineras realizados por American Jet.
En junio Aerolíneas Argentinas continuó ofreciendo un cronograma de vuelos esenciales hacia algunas capitales provinciales con una frecuencia semanal, a pedido de las autoridades locales, como Resistencia, Tucumán, Río Gallegos, Ushuaia y Río Grande. Todos estos vuelos son autorizados individualmente por la ANAC.
El derrumbe de las cifras de tráfico en las rutas troncales continúa sacando a la luz a las particulares rutas mineras y petroleras, como El Trapeal – Neuquén, Comodoro Rivadavia – San Julián, Neuquén – Perito Moreno.
Y es por eso que, por tercer mes consecutivo, American Jet volvió a ser la aerolínea que más vuelos realizó.
En lo que respecta a vuelos internacionales, Aerolíneas Argentinas también fue la que más pasajeros movilizó, con 4.569, seguida por Air Europa (1.438 pasajeros), LATAM (681 pasajeros) y Avianca (455 pasajeros).
Las exportaciones por vía aérea sufrieron una caída del 61,9% frente a junio de 2019, mientras que en importaciones el derrumbe fue del 46,3%.
Como expresamos en otras notas, al margen de la parálisis en la economía, la falta del belly cargo en aeronaves de pasajeros se siente, porque, por ejemplo, la cantidad de vuelos cargueros puros creció de 312 el año pasado a 362 este año.
Cuando en mayo la ANAC había establecido para el 1 de septiembre el reinicio de los vuelos regulares internacionales, la fecha parecía incomprensiblemente lejana, pero al menos brindaba cierto dejo de esperanza sobre que el cabotaje podría reactivarse antes.
Actualmente eso está casi desechado, e incluso septiembre luce cada vez más como una posibilidad optimista. Porque si el horizonte de reactivación de la actividad aerocomercial se había planteado con dos meses posteriores al «pico» esperado en su momento para mayo, al haberse corrido este hacia finales de julio y agosto, no sorprendería que el regreso de los vuelos se postergue para octubre o noviembre, total, ¿qué importa?
El gobierno argentino ya ha dejado en claro que el transporte aéreo no es una prioridad a la hora de asignar recursos para salvar a sus actores. Cuestión entendible si consideramos que se trata de un país con tantas necesidades urgentes, pero incoherente cuando sí se han dispuesto medidas a favor de las empresas de micros de larga distancia, cruceros y el sector turístico en general.
Claro que, para ser realistas (que no necesariamente significa ser justos), el gobierno podría decir: «Este año ya voy a poner al menos USD 700 millones para salvar al 65% del mercado de cabotaje y parte importante del internacional, ¿por qué debería inyectarle aún más dinero al transporte aéreo?».
¿Y quién se animará, desde adentro, a darles una respuesta que no implique sacudir toda la estructura ideológica que sostiene su armado político, cuando esta se ha ramificado profundamente en la aviación comercial?
Y no sería lógico, como se mencionó, reiniciar vuelos entre zonas con dispo y no Aspo? Por ejemplo todo el eje cordillerano prácticamente , más Santa Fe, Misiones, y los destinos australes como Santa Cruz?
Supongamos agosto, y algo de iría moviendo todo el negocio.