Según un estudio realizado por el Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea (EU ETS por sus siglas en inglés), durante 2019 las emisiones del sector aeronáutico crecieron en un 1,5%, siendo el único de los participantes que presentó un incremento.
El Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea es un régimen multilateral de comercio que busca combatir el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de manera sostenible. Cada Estado Miembro tiene una cantidad de «derechos» o permisos de emisión para un periodo particular (por ejemplo 2018-2019), y para cumplir con ellos cada miembro puede reducir sus emisiones o comprar derechos a otros.
Mirando el vaso medio lleno, y omitiendo que el porcentaje de emisiones aumentó, ese 1,5% es la cifra más baja alcanzada desde que se inició el estudio en 2013. Algunas de sus razones son el alto costo de los derechos de emisión brindados por la EU ETS, el quiebre de varias aerolíneas y un aumento en el movimiento flygskam. Para quienes no lo conocían, esta iniciativa es impulsada por personas que deciden elegir otros medios de transporte para trasladarse, evitando contribuir a la contaminación aérea.
Las cifras a continuación reflejan las emisiones de los vuelos internos dentro de Europa:
Como podemos observar, Ryanair aumentó sus emisiones en un 5,9% durante el último año, añadiendo 585 000 toneladas de emisión de CO2 al total de sus emisiones dentro de Europa. Entre 2013 y 2019 Ryanair incrementó 3,92 millones de toneladas sus emisiones, lo que la posiciona dentro de las 10 aerolíneas más contaminantes.
De las 20 aerolíneas más grandes que se analizaron en el estudio, 15 aumentaron sus emisiones y 5 las disminuyeron, generando un aumento total de 1 millón de toneladas. El mayor porcentaje de crecimiento fue de Jet2.com con un 10.8% en comparación al año 2018, mientras que el mayor descenso fue de Norwegian Airlines con un 6,4%. Estas 20 compañías generan el 75% del total de las emisiones en el Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea, cuando en 2018 representaban solo el 68%.
Los derechos de emisión que otorga la ETS EU se cotizaron entre 18 y 29 euros por tonelada, lo que resultó en un costo de €900 millones aproximadamente. Por su parte, este sector recibió un subsidio de €810 millones en forma de derechos gratuitos y una exención de impuestos al combustible que representaría unos €27.000 millones. Aunque se redujeran o eliminaran los permisos gratuitos para emitir, esto agregaría a las compañías un costo de 1.700 millones, cifra insignificante comparada a los otros subsidios que reciben.
Como vemos día a día, la industria tiene que cambiar el rumbo de sus estrategias y medidas para alinearse con los objetivos que se plantea alcanzar. Y si bien los resultados de este año serán positivos dado a la baja emisión por la crisis del COVID-19, rápidamente serán alcanzados -y superados- cuando todo regrese a la nueva normalidad.
La buena noticia es que este año bajan seguro….