Como parte de su objetivo de reducir sus emisiones de CO2 por km de pasajero a la mitad, Air France continúa invirtiendo en el proyecto que comenzó en el año 2017: equipos de rampa eléctricos. El pasado jueves 3 de septiembre se probó el manejo en rampa con el vuelo París-Delhi utilizando motores totalmente eléctricos producidos por CARWATT y TLD, dos compañías francesas líderes en la construcción de equipos de rampa.
En la prueba se emplearon distintos equipos. Para el suministro de aire del avión se utilizó un acondicionador de aire Lebrun TLD y para la transferencia de equipaje desde la terminal al avión se empleó un tractor Charlatte. La carga de equipaje fue realizada por una cinta transportadora de la compañía CARWATT y para el cargamento se utilizó un cargador TLD de cuerpo ancho. Finalmente el pushback fue realizado por un remolcador también TLD.
El vuelo fue operado estratégicamente por un Airbus A350, aeronave que consume un 25 porciento menos de combustible que la generación anterior y genera un 40 porciento menos de contaminación acústica. La modernización de la flota es uno de los compromisos de su política de desarrollo sostenible ya que al disminuir tan solo 1 kg del peso de cada aeronave de la flota se genera un ahorro de 69 toneladas de CO2 por año.
Otro de los pilares que la aerolínea está investigando, junto a CARWATT, son las alternativas al uso de combustibles fósiles. Desde 2017 emplea la electrificación, la economía circular -la reutilización de todo lo generado en el proceso para que no haya desechos- y el reemplazo de los carruseles de equipaje de energía térmica por carruseles eléctricos con baterías de iones de litio reutilizadas.
Para finales de este año se espera que el 60 porciento de los equipos de rampa de los aeropuertos donde la aerolínea opera su propio equipo serán eléctricos, y que esa cifra aumente un 30 porciento para el año 2025. Esto generaría un ahorro de 10.000 toneladas de emisiones de CO2 por año y facilitaría la obtención de nulas emisiones de CO2 en tierra para 2030.
La iniciativa de las rampas eléctricas forma parte del plan Horizon 2030 que tiene 4 pilares: reducir las emisiones de dióxido de carbono, compensar las que son emitidas, reducir, limitar y reciclar los desechos e invertir en investigación e innovación para encontrar alternativas sostenibles.