Hace unos días surgió a la luz una foto, en una red social china llamada “Sina Weibo”, de lo que parece ser el último prototipo de su caza stealth AVIC FC-31 Gyrfalcon, en pruebas de vuelo.
También conocido como Shenyang J-31, el Gyrfalcon es el segundo caza sigiloso puesto en vuelo en China, luego del Chengdu J-20. El caza, desarrollado por el consorcio China Aviation Industry Corporation (AVIC), es una aeronave bimotor de peso medio, similar en categoría al F-35. De hecho, hace unos 10 años tuvieron lugar en EEUU una serie de hábiles maniobras de ciberespionaje, orquestadas por China, que lograron robar varios teras de información confidencial de sistemas de armas norteamericanos, entre ellos, blueprints y otros datos relevantes del F-22 y F-35. Y así, el diseño del J-31 fue evolucionando, beneficiado por esta información robada.
El desarrollo del FC-31 viene siendo relativamente lento, porque hasta ahora la Fuerza Aérea del Ejército de Liberación del Pueblo (PLAAF) no mostró interés, concentrando sus recursos en el caza pesado stealth J-20, y la modernización de sus modelos 4.5g como el J-10 y los derivados autóctonos del Flanker ruso. El Gyrfalcon tuvo su primer vuelo en el 2012, y solo se lo vio retomar las pruebas de vuelo muy de vez en cuando, desde entonces.
Pero parece que la perspectiva futura del caza está cambiando. La Armada del Ejército de Liberación del Pueblo (PLAN) sí que mostró interés. Podría convertirse en el principal complemento de la futura ala aérea embarcada de los portaaviones de nueva generación, ya en construcción. Al día de hoy la PLAN cuenta con 2 portaaviones, diseñados originalmente por la ex URSS, con rampa skyjump, y aviones pesados J-15, evolucionados a partir de un prototipo del Su-33 (versión embarcada del Su-27), comprado junto con su primer portaaviones a Ucrania. Y según trascendidos, la Armada china no está complacida con las capacidades del J-15.
El FC-31 estaría entonces ganando un segundo aire, insuflado por los sueños chinos de una Armada de proyección oceánica.
Respecto de los primeros prototipos, se observan ciertas diferencias en esta última imagen. Se removió el sensor de velocidad del aire que tenía en el morro. Esto podría indicar la instalación de un radar AESA bajo el radomo dieléctrico. La cubierta transparente sobre el cockpit, pasó a ser de una pieza, como la del J-20.
Y respecto del primer prototipo, lleva refinamientos aerodinámicos. El que resulta más obvio es el cambio de las superficies de control verticales. El primer prototipo estaba impulsado por motores rusos RD-93 (desarrollos de exportación de los motores que equipan al MiG-29), pero en las imágenes filtradas del segundo prototipo, se aprecia que lleva otra motorización. Debe tratarse de los nacionales WS-13E de 100 kN de potencia. De todas formas, el desarrollo del WS-13E aún no está acabado, y tiene para un par de años más de trabajo.
Lo que la foto aún no permite ver, es si se realizaron las modificaciones necesarias para convertirlo en un caza embarcado, como las bisagras que permiten el plegado de las superficies, ni un gancho de cola. Imagino que eso vendrá con en un tercer prototipo, si el segundo demuestra que vale la pena seguir apostando por este desarrollo de AVIC.