Un grupo de ex compañeros de la antigua escuela técnica Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°1 I Brigada Aérea de El Palomar, hoy Escuela de Educación Secundaria Técnica (EEST) N°4 de Morón “Profesor Héctor Ángel Laguarde”, diseñaron y construyeron una Cápsula de Aislamiento para realizar traslados aéreos de pacientes con COVID-19.
La iniciativa surgió a partir del pedido que una empresa les hizo a este grupo, luego de la consulta previa sobre su experiencia en la fabricación de una camilla adaptada para trasladar pacientes por medio aéreo, aprobada por la Asociación Nacional de Aviación Civil (ANAC), y que actualmente se encuentra en producción para el medio aéreo.
Para ello se construyó primero una cápsula prototipo, que fue probada en diferentes aeronaves con el objetivo de verificar la forma de ingreso, calcular los tiempos de egreso, el acceso a los controles del generador y la facilidad de manejo sobre el paciente por parte del personal médico. Todo esto en función de dar cumplimiento a las normas actuales, las cuales establecen que durante una aerovacuación sanitaria no se debe tardar más de 90 segundos en extraer la camilla.
El equipo tardó alrededor de 30 días en construir el primer prototipo, realizar los cambios y ensayos necesarios hasta lograr una cápsula acorde a los requerimientos.
Con la aprobación de ANAC, el sistema puede ser usado en cualquier avión y helicóptero, incluso se prevé su tramitación ante la Dirección General de Aeronavegabilidad Militar Conjunta (DIGAMC), para contar con los permisos necesarios en el hipotético caso de que se tuviera que recurrir a aeronaves militares de gran porte para efectuar traslados sanitarios masivos a requerimiento de los organismos oficiales, gracias a la facilidad de adaptación de la cápsula a todo tipo de aeronaves.
El dispositivo está formado por una estructura sólida de aluminio soldada que lleva un cobertor compuesto de lona ignifuga y lona cristal de 500 micrones soldados entre sí por alta frecuencia con tapas en los extremos, provistos con cierres de caucho impermeables, lo que permite mantener el receptáculo totalmente aislado, además de contar con cinturones de seguridad para la estabilidad y ajuste del paciente dentro del mismo.
Esta estructura lleva un filtro HEPA (High Efficiency Particulate Air), un sofisticado sistema que se complementa con un generador de ozono que garantiza el filtrado seguro del aire desde el interior del habitáculo. Para ello cuenta además con una bomba que se encarga de la circulación del aire de los filtros mediante presión negativa dentro de la cápsula, que funciona a través de una batería sellada con un gel especial y con autonomía de duración de cuatro horas, luego de lo cual debe ser recargada por medio de un puerto USB que utiliza un cargador universal.
La importancia del estudio y la especialidad aérea de la escuela técnica se manifiestan en hechos
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